Tema de la Semana: Los Fundamentos

A lo largo de esta semana analizaremos cada una de las partes que componen Primeros15, compartiendo qué es lo que Dios desea para cada una de ellas. En su mayoría Primeros15 está dedicado al encuentro con Dios y a aprender sobre su carácter, pero de vez en cuando veremos algunas enseñanzas y herramientas que nos ayudarán a buscar a Dios en una mayor profundidad. Esta semana volveremos a lo básico y aprenderemos algunas disciplinas espirituales que nos ayudarán a encontrarlo de maneras más profundas y transformadoras.

¿Qué es la Meditación Cristiana?

Pasaje Bíblico:Dichoso el hombre … que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella.  Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan...”. Salmo 1:1-3

Devocional:

Durante muchos años creí que la palabra de Dios era solo para leerla y estudiarla, como si fuera un libro que trataba sobre la vida. Creía que había sido escrita por un buen Dios y traté de leerla, como sabía que debía hacerlo, pero nunca tuvo un impacto en mi vida al nivel que Dios deseaba. No fue sino hasta que descubrí la práctica de la meditación que mi vida comenzó a ser transformada por la verdad poderosa y aplicable de la Biblia.

Para muchos de nosotros la idea de la meditación es confusa. Los cristianos modernos, especialmente los protestantes, parecen haber perdido la práctica de esta importante disciplina espiritual. La confundimos con prácticas de otras religiones, como el budismo, y por lo tanto la descartamos por parecernos demasiado mística o incluso errónea. Pero la meditación cristiana no implica vaciar tu mente como en las religiones orientales; por el contrario, esta forma de meditación nos llena del conocimiento de Dios y de su presencia. La meditación se trata de recibir, no de expulsar.

Entonces, ¿cómo es la meditación en el contexto cristiano? Meditar es simplemente pasar tiempo reflexionando sobre un versículo, fase, idea o característica de Dios. Es un proceso donde abrimos nuestros corazones y mentes para recibir la revelación del Espíritu Santo. Meditar en la Biblia es tomar una frase como: “El Señor es mi pastor, nada me falta”, y realmente tomarnos el tiempo para pensar en todo lo que significa para nosotros en forma personal. Que el Señor sea tu pastor significa que te guiará perfecta y amorosamente hacia todo lo que necesites. Significa que no te faltará lo que necesites en esta vida. Entonces, en el proceso de meditar, puedes aplicar este atributo de Dios a tus circunstancias presentes para que experimentes una paz que trascienda todas las situaciones.

El Salmo 1:3 promete que, si meditas en la Biblia, serás “como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. La Biblia tiene el poder de afirmarte con seguridad en el amor inquebrantable de tu Padre celestial. Hebreos 4:12 dice: Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón”. Echa tus raíces en la palabra de Dios y observa cómo tu vida se llena con la plenitud de Dios. Permite que la Biblia sea una avenida que te lleve a reunirte diariamente con su Autor. Que tu tiempo dedicado a meditar en la palabra de Dios, a través de la guía de oración, esté marcado por su cercanía.

Guía de Oración:

1. Tómate unos minutos para meditar en el Salmo 1: 1-3. Divídelo en pequeñas partes que te llamen la atención.

“Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!”. Salmo 1:1-3

2. Tómate un tiempo para reflexionar sobre las partes del Salmo 1: 1-3 que te cautivan. Permite que el Espíritu Santo te revele cómo su palabra puede afectar tu vida hoy.

3. Tómate un tiempo para reflexionar sobre lo que el Salmo 1: 1-3 dice acerca de tu Padre celestial. Piensa en cómo Dios te dio su palabra de que puedes prosperar y dar fruto. Piensa en su bondad y provisión. Permite que su carácter despierte tu amor por él.

Lo bueno de la Biblia es que su Autor está vivo, activo y mora dentro de ti. Tienes acceso directo al Espíritu Santo, que inspiró cada palabra de la Biblia y anhela darte revelación. Dios desea que su palabra no solo te llene de conocimiento, sino que también habite en tu corazón. Él anhela usarla para guiarte y llevarte hacia una vida abundante llena de amor y alegría. Pero debes tomarte un tiempo para meditar en eso. Debes hacer un espacio en tu día para permitir que la Biblia impacte cada área de tu vida. Debes abrir tu corazón a la palabra de Dios como tu fuente de verdad para que pueda transformarte. Que hoy puedas ser plantado junto al agua viva de la cercanía de Dios, y que puedas dar frutos de gozo y paz por su amor.

Lectura Complementaria: Salmo 1

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