Tema de la Semana: Luz
Vivimos en la realidad de que hay luz y oscuridad a nuestro alrededor en todo momento. Este mundo tiene tanto el bien como el mal, lo bueno y lo malo. Como creyentes debemos crecer tanto en nuestra aceptación de esta realidad como en nuestra búsqueda de la luz. Debemos permitir que Dios nos moldee y nos forme para ser personas liberadas de toda oscuridad, conocidas plenamente por Dios y transformadas en reflejos de su Hijo por su luz. Que esta semana el Señor abra nuestros ojos para ver la luz gloriosa que tenemos ante nosotros.
Mirando hacia la luz
Pasaje Bíblico: “Tus ojos son la lámpara de tu cuerpo. Si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz; pero, si está nublada, todo tu ser estará en la oscuridad”. Lucas 11:34
Devocional:
Vivimos en un mundo lleno de oscuridad de todo tipo. En un día cualquiera estamos inundados de tentación tras tentación, mentira tras mentira, oscuridad tras oscuridad. Pero en la persona de Jesús ha entrado una poderosa esperanza en la historia de la humanidad. Mateo 4:16 dice: “El pueblo que habitaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido”. Tú y yo ahora tenemos la opción de llenar nuestras vidas con la luz de Dios. Nos liberamos de una vida marcada por la oscuridad y nos liberamos para llenarnos con las cosas de Dios.
Pero, aun así, hay una elección frente a nosotros. La luz ha llegado, pero tenemos un enemigo real que intenta llevarnos de vuelta a la oscuridad a cada paso. Es por esta razón que Jesús dijo en Lucas 11:34: “Tus ojos son la lámpara de tu cuerpo. Si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz; pero, si está nublada, todo tu ser estará en la oscuridad”. Tú y yo debemos elegir mirar a la luz si queremos estar espiritualmente sanos y llenos de luz. Debemos mirar a la luz si queremos la vida abundante que Dios nos ofrece en todas las etapas de esta vida.
Pablo escribe en Filipenses 4:8: “Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio”. Ruego que Dios nos entrene para que solo veamos aquello que nos llene más de él. Ruego que entrene nuestras mentes para pensar solo en aquello que verdaderamente satisfaga los deseos profundos de nuestros corazones.
La oscuridad a menudo solo es tentadora de mirar porque todavía nos falta experimentar la inmensa satisfacción que se encuentra en la luz. Muy a menudo, Dios es caracterizado como un capataz que arruina toda la diversión, y con mucha frecuencia nuestros servicios, discursos y vidas de la iglesia representan a nuestro Padre como cualquier cosa menos como un Dios divertido y satisfactorio. Pero si nos tomamos un tiempo para confiar en la verdad de la Biblia y para conocer a nuestro Padre celestial como amigo, descubriremos una fuente de vida con la que ninguna oscuridad se puede comparar. Los placeres del enemigo no son más que una sombra de la satisfacción que tenemos con la luz. La lujuria, el adulterio, la gloria terrenal, la opinión del hombre y el orgullo por las posesiones no son nada en comparación con la relación total, abierta y eterna con un Dios bueno, cercano y amoroso.
Mira hoy hacia la luz para todo lo que necesitas. Cultiva un hambre y sed por las cosas de Dios que solo puedan ser satisfechos en la relación con tu Padre celestial. Corre a Dios con tus tentaciones, necesidades y deseos, y pídele que te guíe hacia la satisfacción. Abre tu corazón a él hoy para que puedas recibir una gran cantidad de amor, propósito, alegría, afecto y disfrute de la única fuente verdadera de vida en esta tierra.
Guía de Oración:
1. Medita sobre la importancia de mirar a la luz. Permite que la Biblia te llene del deseo de pasar tu día fuera de la oscuridad y en la luz.
“Tus ojos son la lámpara de tu cuerpo. Si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz; pero, si está nublada, todo tu ser estará en la oscuridad”. Lucas 11:34
“Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica la verdad. Pero, si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado”. 1 Juan 1:6-7
2. ¿A qué oscuridad miras normalmente? ¿A dónde corres para satisfacer los deseos que se deben cumplir en Dios? ¿De qué manera no confías en que él satisfará las necesidades de tu corazón?
3. Ve a Dios con las necesidades que tengas y pídele que te revele las formas en que quiere satisfacerlas. Tómate un tiempo para esperarle y recibir la riqueza de su amor por ti.
“Tu sol no volverá a ponerse, ni menguará tu luna; será el Señor tu luz eterna, y llegarán a su fin tus días de duelo”. Isaías 60:20
A veces, los deseos que sentimos son deseos erróneos que Dios no puede satisfacer. Sin embargo, estos deseos erróneos son siempre indicativos de un deseo más profundo que Dios quiere satisfacer. La lujuria y el adulterio son deseos que indican la necesidad de ser amados, queridos, vistos como hermosos o simplemente disfrutados. La ambición injusta y la búsqueda de la gloria son deseos erróneos que indican una verdadera necesidad de tener pasión y de logar un impacto profundo y duradero en la tierra. Las tentaciones del enemigo y las satisfacciones que encontramos en la oscuridad son meras sombras comparadas con la verdadera satisfacción disponible en Dios. Descubre la raíz de tus deseos ilícitos. Pídele al Espíritu Santo que te revele las verdaderas necesidades dentro de tu corazón y que te guíe a un estilo de vida de realización en Dios. Que hoy tus ojos estén totalmente enfocados en la luz mientras buscas la realización en tu Padre celestial.
Lectura Complementaria: Isaías 60
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