Karen Ehman

27 de agosto de 2024


Cómo priorizar a los nuestros y nuestros proyectos
KAREN EHMAN

No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás. Filipenses 2:4 (NTV)

Me senté en el porche delantero con mi té helado y mi portátil, con la esperanza de hacer más agradable la tarea que tenía entre manos: renovar la licencia de conducir en línea. Justo entonces, mi teléfono móvil comenzó a vibrar con un mensaje de una amiga que quería hablar conmigo.

Tenía que tomar una decisión. ¿Iba a dejar mi tarea a un lado para llamar a esta amiga? Como sabía que la conversación podía alargarse, decidí que la llamaría cuando terminara con el trámite en línea.

Todas tenemos obligaciones y gente en nuestras vidas que necesitan nuestra atención; es un acto de equilibrio que nunca va a desaparecer. Así que ¿cómo hacemos para manejar nuestro tiempo en el trabajo y también con nuestros seres queridos?

La carta de Filipenses está llena de consejos para vivir en armonía con los demás emulando humildemente a Jesús. El escritor de la carta, Pablo, insta a que “No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás” (Filipenses 2:4) Es una frase sencilla y sin embargo supone una verdad importante.

El versículo no dice que cuidemos solamente los intereses de los demás, descuidando nuestras propias necesidades. Tampoco dice que miremos solamente por nosotras mismas y que pasemos por alto las necesidades de los que están a nuestro alrededor.

Pablo utilizó la palabra griega skopeó, traducida como “ocuparse o interesarse”, que significa “estar pendiente, tener en cuenta, considerar o escudriñar con cuidado y después actuar”. En lo que a nuestras tareas, actividades y responsabilidades diarias se refiere, hacemos lo correcto en estar pendientes para asegurarnos de que se llevan a cabo. Aún así, también podemos cuidar atentamente las relaciones en nuestra vida, sabiendo que hay épocas en las que los demás nos necesitan y otras donde nosotras los necesitamos a ellos.

Imagina que utilizas gafas bifocales: a veces miras a lo lejos a lo que está pasando en la distancia, pero otras veces te enfocas en lo que está justo delante de ti. De igual manera, podemos alternar nuestro enfoque entre los nuestros y nuestros proyectos.

¿Cómo hacemos esto?

Quizás ponemos nuestro móvil en modo “no molestar” cuando estamos trabajando, permitiendo solamente mensajes de nuestra familia y respondemos a los mensajes y las llamadas de los demás más tarde.

Quizás enseñamos a nuestros hijos que cuando tenemos una reunión virtual importante, tendremos la puerta cerrada, y que pueden tocar a la puerta solo en caso de emergencia.

Por otro lado, cuando escuchamos que nuestra vecina viuda necesita ayuda desmalezando su jardín, cambiamos nuestros planes de pasar una tarde de compras para ayudarla.

Dios nos da fuerzas para amar bien a nuestros seres queridos sin descuidar las tareas que Él nos ha llamado a realizar. Amemos a los demás profundamente y llevemos a cabo nuestro trabajo diligentemente, confiando en Dios para que nos ayude de manera creativa a ser capaces de poder realizar ambas cosas.

Señor, por favor dame la sabiduría y la energía para poder amar a mis seres queridos de la manera correcta y hacer mi trabajo con excelencia, dándote toda la gloria mientras lo hago. En el Nombre de Jesús, Amén. 

RECOMENDAMOS

¿Te sientes abrumada, agotada y arrastrada en demasiadas direcciones por las necesidades de los demás? Si deseas tener un poco más de libertad y margen en tu agenda diaria, tenemos el libro para ti: Cuando hacer felices a los demás te hace sentir miserablepor Karen Ehman. Karen conoce cómo el hecho de complacer a la gente nos encierra en una prisión de hábitos poco saludables y nos distrae del propósito que Dios nos ha dado. Con honestidad y sabiduría práctica, ella ofrece consejos sobre cómo podemos salir a la libertad.

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PROFUNDICEMOS

Salmo 37:5, Encomienda al SEÑOR tu camino, Confía en Él, que Él actuará. (NBLA)

¿Qué aspectos de tus relaciones y responsabilidades de esta semana necesitas encomendar al Señor, confiando en que Él sabe qué es lo mejor y que actuará?

Utilizando Filipenses 2:4 como trampolín, elabora una oración acerca de velar por las necesidades de los demás mientras que también puedas ocuparte de las necesidades de tu propia vida. Pide al Señor que te otorgue discernimiento para saber cómo responder cuando las necesidades de otras personas y tus proyectos parezcan estar en conflicto.

¡Nos encantaría saber de ti! Comparte tus opiniones en los comentarios.

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