 | 5 de noviembre de 2024 ¿Dónde está Dios? |
Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. Jeremías 29:13 (NVI)
Entré a la sala de espera vacía de cirugía pediátrica con el corazón pesado. Aturdida, me senté en la silla fría y rígida junto a la ventana.
Las últimas horas habían sido un torbellino de acontecimientos. Con la mente acelerada y el corazón palpitante, intentaba desesperadamente darle sentido a las apresuradas conversaciones con los médicos en los pasillos, mientras firmaba autorizaciones y veía a mi hija desaparecer en una camilla de hospital.
Con la mirada perdida por la ventana, el miedo y el enojo se apoderaron de mis pensamientos. No era la primera vez que me sentaba sola en esta habitación que odiaba. Pero, más que nada, odiaba lo que estaba sufriendo mi hija.
Mientras observaba el ajetreo y el bullicio del mundo, aparentemente despreocupado, fuera de esas paredes, una pregunta inundaba mi mente: ¿dónde está Dios?
¿Alguna vez te has sentido sola e impotente, demasiado adormecida para orar, y te has preguntado por qué Dios no se hace presente cuando más lo necesitas? Es fácil sentirse abandonada cuando estamos luchando para darle sentido a nuestras circunstancias. Mi fe dominguera por la mañana, inquebrantable y fuerte, puede desmoronarse fácilmente en el momento en el que la vida se siente fuera de control.
En estos momentos, puedo elegir buscar que me tengan lástima o buscar a Dios.
En Jeremías 29:13, Dios dice, “Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón”.
Observa que no dice “Me encontrarás cuando escudriñas tus propios pensamientos” ni “me encontrarás cuando tengas toda la información”.
Pero en nuestros momentos de cuestionar ¿dónde está Dios?, mientras nuestras mentes luchan por comprender las circunstancias difíciles, parece imposible mantener la perspectiva correcta. Nuestras mentes buscan respuestas mientras nuestros corazones claman, ¡busca a Dios!
Los niños buscan a sus padres cuando están solos o tienen miedo. Corren lo más rápido que pueden, anhelando estar envueltos en la seguridad y la comodidad que se halla en brazos amorosos. Eso es exactamente lo que Dios quiere que hagamos, correr a Él en el momento en que nuestro mundo se siente fuera de control.
La presencia del Señor nunca nos abandona, pero debemos elegir estar presentes con Él.
Reflexionar en las verdades de Su Palabra y tomar tiempo para “[estar] quietos y [saber] que [Él] es Dios” (Salmo 46:10, NBLA) es la manera de estar presente con El Señor en mi hora de necesidad. Puedo descansar sabiendo que el Señor Todopoderoso es mi fortaleza. Su promesa de nunca abandonarme ni desampararme significa que no debo tener miedo ni sentirme sola (Deuteronomio 31:8).
Siempre encontraré a Dios …
Cuando cambie mi enfoque de mí mismo a mi Salvador.
Cuando entregue mi dolor a mi Sanador.
Cuando ponga mis circunstancias en manos de mi Creador.
Amiga, Dios está siempre justo donde tú estás.
Querido Dios, gracias por Tu presencia fiel en mi vida. Ayúdame a verte cuando me sienta sola y abrumada por mis circunstancias. Cuando sienta que estás muy lejos, derrama Tu paz perfecta en mi corazón y en mi mente. Recuérdame Tu promesa de que nunca me dejarás. Te confío mi dolor y mis miedos. En el Nombre de Jesús, Amén.
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Es enervante, ¿no? … cuando sentimos que nuestra fe no tiene fundamento, que está desconectada, que es irreal … cuando nuestra certeza está a la deriva, como si una corriente submarina nos hubiera arrastrado y alejado de la costa, hacia lo profundo, hacia la oscuridad. Tal es el dolor espiritual. Pero en La noche es normal, la Dra. Alicia Britt Chole ofrece una perspectiva innovadora que revela que la desilusión espiritual es una amiga inesperada. Ya sea que estés desilusionada con Dios, contigo misma o con otros, Alicia te ofrece herramientas prácticas y bíblicas para ayudarte a navegar la noche y abrirte camino hacia una esperanza colmada de amor con la cual puedes vivir.
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PROFUNDICEMOS
Salmo 46:10, Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios; Exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra. (NBLA)
Isaías 26:3, ¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti, a todos los que concentran en ti sus pensamientos! (NTV)
¿Estás luchando para confiar en Dios en medio de una circunstancia difícil en tu vida? ¿Cómo podría ayudarte a reconocer Su presencia en tu vida el mantener tus pensamientos firmemente enfocados en Dios? ¡Comparte con nosotras en los comentarios!
Hoy, reserva algo de tiempo para sentarte con Dios, descansando en Su presencia y pídele que te dé Su paz en tu corazón.
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