Sarah Freymuth

6 de enero de 2025

Miremos hacia arriba
SARAH FREYMUTH

Pero yo pondré mis ojos en el SEÑOR, Esperaré en el Dios de mi salvación. Mi Dios me oirá. Miqueas 7:7 (NBLA)

Conduzco mi auto de alquiler por curvas cerradas y cuestas empinadas hacia el norte a través de las Grandes Montañas Humeantes (Great Smoky Mountains). El sol resplandece en mi parabrisas, y entrecierro los ojos antes de bajar la visera para encontrarme con las líneas onduladas montañosas, cubiertas de árboles, que sobresalen en el cielo. Soy de la zona medio oeste de EEUU y, aunque estoy familiarizada con la belleza de los Grandes Lagos, hay algo fuera de este mundo en la majestuosidad de las montañas.

Pero a veces me cuesta levantar la mirada más allá de las montañas de mi vida: las facturas interminables y las tensiones financieras, los altibajos que interrumpen mi día, y la añoranza de mi corazón que anhela más, en medio de lo mundano.

Más tarde, esa misma noche, sentada en una mecedora verde en un porche amplio, mis ojos se elevaban hacia las montañas bordeadas por el verdor exuberante de abetos y pinos.

¿Cuántas veces pasamos por alto las cosas milagrosas que tenemos delante porque no tenemos la perspectiva adecuada? Nos desestimamos, decepcionadas por lo que hemos hecho o dejado de hacer. Miramos a nuestro alrededor, a nuestros problemas, agobiándonos, tratando de ver cuál es el siguiente paso.

Tenemos que seguir mirando hacia arriba si queremos ver la bondad y la belleza que tenemos ante nosotras. Puede tomarnos toda una vida, pero podemos aprender a dejar lo que nos agobia y decirle a nuestro corazón que se centre en Dios, quien nos ha estado llamando todo este tiempo.

Pero yo pondré mis ojos en el SEÑOR, Esperaré en el Dios de mi salvación. Mi Dios me oirá (Miqueas 7:7).

Dios nos recuerda que levantemos la vista y veamos Su obra de arte a lo largo de toda nuestra vida, que recordemos quién es Él y cómo Él tiene el control sobre todas las cosas. Como el pueblo judío en peregrinación a Jerusalén, podemos incluso cantar un salmo de ascensión para recuperar la perspectiva:

Levantaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi ayuda? Mi ayuda viene del SEÑOR, Que hizo los cielos y la tierra (Salmo 121:1-2, NBLA).

Dios, que hizo las colinas y las montañas, es nuestro Ayudador y Libertador. Esos comentarios negativos o esa situación inmutable se vuelven más fáciles de manejar cuando ponemos nuestra confianza en el Dios que promete Su presencia. Cuando nuestra fe se fija en Aquel que es inmutable, nuestros problemas se ponen en la perspectiva correcta y no parecen tan insuperables.

¿Qué se interpone hoy en tu camino? Levanta los ojos y mira hacia arriba. El Dios que hizo el cielo y la tierra también te hizo a ti. Todo es cuestión de perspectiva, y Su perspectiva está llena de bondad, esperanza y un futuro hermoso. Que tengamos ojos para ver.

Padre, puedo sentirme abatida cuando pienso en todo lo que enfrento, y no me veo a mí misma como Tú me ves. Ayúdame a levantar los ojos para ver lo que Tú ves. Muéstrame dónde estás trabajando en mi corazón y en mi vida. En el Nombre de Jesús, Amén.

RECOMENDAMOS

A veces simplemente necesitamos recordar: el cielo gobierna. Esta es la respuesta de tres palabras para cada preocupación. La promesa para cada ola de problemas y cada asalto a nuestra paz mental. Significa que Dios gobierna; que Él está involucrado personalmente y a propósito en todo lo que ocurre. Utilizando el libro bíblico de Daniel como guía, la autora Nancy DeMoss Wolgemuth revela en su libro El cielo gobierna cómo ver nuestras vidas y el mundo a través de la lente del gobierno del cielo puede protegernos del pánico y darnos esperanza y perspectiva renovadas.

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¿Buscas más aliento? Proverbs 31 Ministries tiene recursos bíblicos gratuitos en español que traerán esperanza y te ayudarán a navegar el día a día.

PROFUNDICEMOS

1 Crónicas 16:11, Busquen al SEÑOR y Su fortaleza; Busquen Su rostro continuamente. (NBLA)

¿Necesitas reajustar tu perspectiva? ¿Cómo puedes elevar tus ojos al Señor y ver tu vida desde Su punto de vista?

Intenta cambiar tu forma de hablarte a ti misma esta semana, buscando y recitando dos o tres versículos bíblicos sobre cómo Dios ayuda y cuida de los que Él ama.

Nos encantaría conocer tu opinión. Comparte tus ideas en los comentarios.

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