13 de diciembre de 2024 ¿Qué hago cuando mi actitud apesta? |
Sea puesta mi oración delante de Ti como incienso, El alzar de mis manos como la ofrenda de la tarde. Salmo 141:2 (NBLA)
Ayer por la mañana, necesitaba un pequeño ajuste de actitud. Pensando que un poco de aire fresco, sol y ejercicio me ayudarían, salí a caminar a un ritmo rápido.
Mientras caminaba por la calle, un camión de basura del vecindario también iba por la misma calle. Fue bastante extraño; mi ritmo y las paradas del camión parecían sincronizadas a la perfección. El gran camión se detenía para recoger la basura mientras yo avanzaba, para después alcanzarme nuevamente, y volvíamos a quedarnos lado a lado. Giré a la derecha y, para mi disgusto, el camión de basura también lo hizo. Parecía que no podía escaparme de su ruta ni de su horrible olor.
Mientras respiraba ese aire no tan fresco, mi mente hizo una conexión: ¿y si nuestros pensamientos y emociones tuvieran olores? ¿Y si la vieja frase “tu actitud apesta” fuera realmente cierta en el reino celestial? ¿Qué olor despediría la preocupación? ¿O la amargura? ¿O el resentimiento?
2 Timoteo 2:16-17 menciona que la charla inútil se extiende como gangrena; ¡eso sí que huele mal!
¿Cómo nos deshacemos de ese “hedor”? Poco después de mi caminata, el Señor me dirigió a estos versículos: “Oh SEÑOR, a Ti clamo, apresúrate a venir a mí. Escucha mi voz cuando te invoco. Sea puesta mi oración delante de Ti como incienso, El alzar de mis manos como la ofrenda de la tarde” (Salmo 141:1-2, NBLA).
¿Es posible que nuestras oraciones “huelan” bien ante Dios?
Busqué más información sobre las ofrendas de incienso y encontré Éxodo 30:7-8: “»Aarón quemará incienso aromático sobre [el altar]. Lo quemará cada mañana al preparar las lámparas. Cuando Aarón prepare las lámparas al atardecer, quemará incienso. Habrá incienso perpetuo delante del SEÑOR por todas las generaciones de ustedes” (NBLA).
Los comentarios en mi Biblia explican que el incienso representaba las oraciones y alabanzas del pueblo de Dios. Además, el incienso ayudaba a eliminar el olor de los animales muertos que se sacrificaban en el templo.
Tal vez, cuando desechamos nuestra preocupación, orgullo, amargura o cualquier otro pecado maloliente, y en su lugar elevamos oraciones, esas nuevas palabras se convierten en la fragancia que sube al cielo.
Hoy, deshagámonos de los olores de camión de basura y reemplácemolos con un aroma agradable de oración. En mi caso, dejaré de …
- Preocuparme por mis hijos. En cambio, oraré por cada uno de ellos por su nombre.
- Resentimiento hacia mi compañero de trabajo. En cambio, pediré a Dios que lo bendiga.
- Ser negativa. En cambio, elevaré alabanzas al que me da aliento.
Me da una lección de humildad el pensar que nuestras palabras pueden ser tomadas en cuenta “como incienso” (Salmo 141:2) ante el Señor. Confiemos en que Él no solo disfruta del sonido de nuestras voces, sino que se deleita en la fragancia dulce de nuestras oraciones elevadas.
Querido Señor, recuérdame que debo darte todos mis pensamientos ansiosos y emociones descarriadas a través de la oración. A medida que decido derramar mi corazón ante Ti con fe, ayúdame también a recordar que te deleitas en escuchar mi voz. Gracias por escucharme, mi Padre y mi Amigo. En el Nombre de Jesús, Amén.
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PROFUNDICEMOS
Salmo 142:1-2, Con mi voz clamaré a Jehová; Con mi voz pediré a Jehová misericordia. Delante de él expondré mi queja; Delante de él manifestaré mi angustia. (RVR1960).
Apocalipsis 5:8, Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; (RVR1960).
¿Necesitas un ajuste de actitud o un chequeo emocional en alguna área de tu vida hoy? ¿Qué palabras puedes derramar ante el Señor acerca de estas cosas, sabiendo que tu oración es considerada como un dulce aroma ante Él? ¡Nos encantaría que lo compartas con nosotras en los comentarios!
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