 | 2 de abril de 2025 Una tierra nueva: poniendo fin a los ciclos generacionales destructivos |
¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto y ríos en lugares desolados. Isaías 43:19 (NVI)
Dios se especializa en tomar los lugares de nuestra vida que se sienten rotos o estériles y hacer algo nuevo.
Esto es cierto cuando se trata del pecado y el trauma generacional que se infiltra en nuestras relaciones. Tal vez hoy estés mirando la historia de tu familia y viendo un comportamiento que no quieres repetir como madre, especialmente ahora que tu hija se enfrenta a la adolescencia. Dios puede darte la fuerza y valentía para detener el ciclo.
En Números 13 y 14 vemos el poder tanto de la bendición como del pecado generacional. Moisés había sacado a los israelitas de la esclavitud, y Dios les había provisto repetidamente. Cuando llegaron al borde de la tierra prometida, 12 hombres fueron a investigar. Solo dos de ellos, Josué y Caleb, regresaron creyendo que podían tomar la tierra. Los otros 10 solo vieron obstáculos. Perdieron de vista la fidelidad de Dios y se dejaron dominar por el miedo.
Al llegar la noche, los israelitas estaban perdiendo la cabeza. Literalmente sostenían el fruto de la tierra en sus manos mientras dudaban de Dios y deseaban poder volver a la esclavitud en Egipto. Dios vio su falta de voluntad para confiar en Él y prometió que ninguno de esa generación entraría en la tierra prometida, excepto Caleb y Josué. Debido a la incredulidad de sus padres, la generación más joven vagó por el desierto durante 40 años.
Josué y Caleb habían visto los mismos gigantes y las mismas ciudades fuertemente fortificadas que vieron los otros líderes, pero ellos estaban mirando a través del lente de la fe. Creían que Dios no los habría llevado hasta allí para dejarlos solos.
¡Qué recordatorio tan maravilloso para nosotros como padres! Podemos enfrentar a nuestros “gigantes”, o incluso a los que parecen dragones, y ayudar a nuestras hijas a enfrentar sus propios dragones con fe y confianza. Necesitamos comenzar por dejar de un lado las creencias destructivas que nos mantienen estancadas en el lugar del que estamos siendo llamadas a salir.
Algunos patrones se arraigan tanto en una línea familiar que parecen ser normales hasta que se nos abren los ojos. Durante la mayor parte de mi vida, supe que no provenía de una familia sana, pero pasaron 30 años antes de darme cuenta de lo dañino que eran ciertos patrones de conducta y cómo, inadvertidamente, yo podía transmitirlos a menos que orara por sabiduría para detener el ciclo.
Tu historia familiar no tiene por qué ser tu futuro. Así como Dios nos recuerda en Isaías 43:19: “¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto y ríos en lugares desolados”.
Pídele a Dios que detenga la disfunción y crea un nuevo legado. Él es tu Proveedor y Protector, quien te guiará hacia una tierra prometida.
Dios, Tú eres más grande que cualquier dragón, pasado, presente o futuro, en mi vida o en la de mi hija. Ayúdame a ver cómo estás haciendo algo nuevo en mi generación y en las generaciones venideras. En el Nombre de Jesús, Amén.
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PROFUNDICEMOS
1 Pedro 1:18-19, Como bien saben, ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto. (NVI)
¿Qué cosa nueva podría estar haciendo Dios en tu linaje familiar, empezando por ti? ¡Comparte tus pensamientos sobre el devocional de hoy en los comentarios!
© 2025 por Melanie Shankle. Todos los derechos reservados.
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