Los viernes por la noche, soy colíder de un grupo pequeño de 12 estudiantes universitarias del primer año en mi iglesia. Lo bueno de esas niñas es que no han vivido lo suficiente como para probar la amargura de la vida. Comenzando sus carreras universitarias, están llenas de sueños, metas y promesas. Mientras me siento y hablo con ellas, es claro que no tienen idea de lo que la vida puede traerles, y tampoco deberían. Una persona necesita comenzar con lo ideal primero para saber luego qué alcanzar. Pero me pregunto -- ¿Están preparadas para enfrentar el porvenir? ¿Están equipadas para las dificultades que a veces trae la vida? Recientemente, escuché que mi trabajo como madre es preparar a mis hijos para el día que ya no esté con ellos. Aunque no pueda prepararlos o protegerlos para todo lo que experimentarán, puedo poner mi mejor esfuerzo al equiparlos con las herramientas que necesitarán durante esos momentos. Esto comienza con la oración. Se requiere orientación divina de Dios para transformar sus corazones y renovar sus mentes de forma que tengan un arsenal de verdades sobre las cuales caer cuando los problemas vengan. Acá hay 10 promesas de la biblia para orar por tus hijos. Mientras ores, pide a Dios que haga crecer raíces fuertes en los corazones de tus hijos para cada una de estas y los ayude a creer que estas promesas son para ellos.