Enfrentémoslo, todos podemos poner la excusa hoy en día de que estamos muy ocupados para una vida de oración. A decir verdad, la vida no se ha enlentecido en generaciones y mientras podría ir y darte una lista de cosas que te ayudarían a hacer tiempo para la oración, llamemos a esta falta de tiempo por lo que en verdad es:
Una excusa.
Cualquiera de nosotros (me incluyo) que sacara esta carta como una razón del por qué no tenemos tiempo de orar, podría muy probablemente enlistar múltiples cosas en nuestras vidas que podríamos reducir para hacer lugar para una vida de oración. Mi vida es súper ocupada. Soy una madre soltera con tres hijos, que trabaja tiempo completo, tiene un ministerio novato, y escribe libros. Y aún puedo encontrar tiempo (aparte de estas cosas) para orar si estoy enfocada y hago de ello una prioridad. Podría tomarme cinco minutos al día - o tres o incluso dos - para pasar tiempo enfocada en la oración.
Pero no lo hago. Uso la excusa justo como ustedes lo hacen.
Porque el problema real no es típicamente saber cómo sacar tiempo para la oración; es decidir que la oración va a ser una prioridad en nuestra vida -algo que creemos que es más importante que cualquier otra cosa que hagamos en ese tiempo.
Acordemos cambiar eso juntos.
¿Quieres incrementar verdaderamente tu relación con Dios a través de la oración? Solo toman unos pocos minutos de tu vida para crear una vida de oración fuerte y fructífera. Y los beneficios de hacerlo valen el esfuerzo. Simplemente considera alguna de las cosas que la oración puede hacer en tu vida:
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Ayudarte a ganar sabiduría y entendimiento
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Ayudarte a tener orientación en la vida
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Ayudarte a restaurar o construir tu relación con Dios
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Te da fortaleza
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Te da motivación
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Deja que Dios obre a través de ti
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Te prepara para la guerra espiritual
Oswald Chambers una vez escribió, "Recuerda, nadie tiene tiempo de orar, tenemos que tomar el tiempo de otras cosas de valor para poder entender cuán necesaria es la oración. Las cosas que actúan como cuernos y dañan nuestra vida personal se irán instantáneamente cuando oramos, no nos sentiremos inteligentes nunca más, porque tenemos la perspectiva de Dios acerca de ellas"
Pero para poder hacer tiempo para otra cosa en nuestras vidas, no solo tenemos que hacerlo una prioridad, sino seguir a través de ese compromiso. ¿Cómo hacemos de la oración una prioridad y nos quedamos con ella?
Paso 1: Organiza tu tiempo
Al hacer de algo una prioridad, estás diciendo que lo escogerías ante otras cosas. Al decir "sí" al tiempo de oración, has acordado que es más importante que cualquier otra cosa; voluntariosamente dirás "no" a cualquier cosa que ocurra con normalidad en ese momento. Escoge un momento del día que sepas que consistentemente tendrás tiempo de orar. Comienza con dos minutos. Si no puedes sacar tiempo, reevalúa cómo estás pasando tu día.
Paso 2: Recuérdate a ti mismo la consistencia
Para mí, no se trata del tiempo, es recordarlo consistentemente. Estoy tan enredada en mi vida y la lista de cosas que necesito lograr, que podría literalmente explotar un día entero en lo que se siente como minutos. Pero, hay veces a través de mi día que también estoy perdiendo tiempo (redes sociales, Netflix, navegando en internet, etc.). Coloca un recordatorio en tu teléfono en un momento que sepas que estarás disponible, o usa un servicio de recordatorios gratis como Si esto, o aquello (If This Then That (IFTTT)).
Paso 3: No lo dejes pasar.
Has escogido un recordatorio en un momento que sabes que funcionará para ti. No le des a posponer. No lo dejes de lado. Usa ese tiempo como venga para que comiences a crear un buen hábito en tu vida. Hazte una promesa a ti mismo antes de tiempo de que honraras este momento. Deja que este recordatorio sirva como un empuje de Dios para iniciar la conversación.
En realidad, eso es lo que es la oración: una conversación con Dios. Y tener conversaciones diarias con Dios es clave para mantener nuestras vidas en los rieles y conectadas a Él. Deja de hacer excusas acerca del por qué no tienes tiempo para tener una vida de oración y simplemente saca el tiempo. Mientras más tiempo pasemos en la presencia de Dios, anhelaremos más estar en Su presencia. Como resultado, analizaremos dentro de unas semanas y entenderemos: "Hey, tengo una buena vida de oración." Como Stephen Covey lo explicó, "La clave no es priorizar lo que está en tu agenda. Sino agendar tus prioridades". Hagamos eso juntos, comenzando hoy.
Laura Polk es una escritora, portavoz, diseñadora de textiles en Carolina del Norte con sus tres hijos. Desde que se convirtió en madre soltera, su pasión por ministrar este grupo la ha llevado a ser una madre soltera exitosa y motivadora viviendo a través de La Madre Soltera Cristiana en Facebook. Ella también sigue persiguiendo su sueño de escribir ficción como Laura Frances. Checa su último libro Amplios Porches, síguela en su viaje a través de su blog para tener un vistazo de sus pensamientos peculiares e inspiración por el diseño y escritura en Pinterest.