Conocido como uno de los guerreros de la fe, el libro de Job narra la historia de un hombre llamado Job con tal virtud, convicción y fe en Dios que nunca la dio la espalda ni culpó a Dios por los problemas, sufrimiento y aflicciones que le sobrevinieron en cuestión de días. En la historia vemos que Dios siempre tuvo un plan y nunca abandonó a Job en medio de su dolor, de igual manera, Dios restaura por completo la vida de Job dándole el doble de todo lo que poseía.
Este libro es conocido como posiblemente el más antiguo de la Biblia. Su nombre se basa en el personaje principal, un hombre llamado Job quien fuera una persona de mucha riqueza material que contaba con una fe en Dios aún mucho mayor a sus riquezas terrenales. En el primer versículo de la Biblia podemos ver que Job es descrito como un “hombre intachable, recto temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:1). En la historia vemos que el diablo viene a Dios para decirle que la única razón por la cual Job tiene tanta fe en Dios es porque le ha permitido tener grandes riquezas y le ha otorgado un gran favor, y no por virtud de su fe genuina en Dios. Así que el diablo le dice a Dios que si tan solo le quitara toda la riqueza material que tiene Job seguramente renunciaría a su fe. Así que Dios le da permiso al diablo de quitarle todas sus riquezas a Job pero que no le tocara la vida.
En cuestión de un día, Job recibe noticias muy malas cada una informandole que todos sus ganados, sus siervos y aun sus hijos han muerto debido a terribles acontecimientos repentinos. Al escuchar tales cosas Job rompe sus vestiduras, se corta el cabello de la cabeza, pero aun así se humilla ante Dios en oración. El diablo se presenta nuevamente frente a Dios para decirle que, si tan solo permitiera que Job sufriera dolores y agonías físicas, entonces seguramente renunciaría a su fe. Dios, estando seguro del carácter virtud y fe de Job permite que su salud sea afligida sin quitarle la vida. Rápidamente el cuerpo de Job es cubierto de llagas en su totalidad y fue en ese momento que la esposa de Job le dice que es mejor que maldiga a Dios y que se muera en lugar de vivir así, a lo que Job le contesta: “¿Aceptaremos el bien de Dios y no aceptaremos el mal? En todo esto Job no pecó con sus labios” (Job 2:10).
Tres de los amigos más cercanos de Job llegaron con él para darle apoyo y se sentaron en silencio junto a él por siete días en reverencia a su duelo, dolor y pérdida. Es en el séptimo día que Job vuelve a hablar y cada uno de los cuatro hombres empiezan a compartir las reflexiones de los problemas de Job.
Job maldice el día en que nació y compara a la vida y a la muerte con la luz y la oscuridad con todo esto, Job lamenta que su nacimiento haya sido en oscuridad y desea no haber nacido, pues cree que la vida solamente incrementa su sufrimiento. Su amigo Elifaz le responde que, aunque Job en el pasado había ayudado a mucha gente con su dolor, pero nunca había experimentado tal dolor. Elifaz concluye sus pensamientos diciendo que lo mas seguro es que su dolor se debe a algún pecado pasado y le recomienda que por lo tanto busque el favor de Dios. Sus otros dos amigos, Bildad y Zofar, concuerdan que todo el dolor de Job debe ser por causa de alguna maldad que provocó la ira de Dios por lo que debe de procurar actuar de una manera mucho más pura e inocente. De la misma manera su amigo Bildad sugiere que los hijos de Job por causa de su comportamiento se condenaron a sí mismos. Para terminar la discusión Zofar termina diciendo que aun a pesar de su sufrimiento y pérdida, puede ser que Job merezca aún más sufrimiento del que está experimentando.
Al escuchar toda y cada una de las opiniones de sus compañeros, Job se enoja tanto que termina llamándoles “médicos inútiles forjadores de mentiras” (Job 13:4). Job precede a preguntarse por qué Dios juzga a las personas por su comportamiento cuando tiene todo el poder para cambiarlo y para perdonarlo. Job sigue perplejo y confundido para poder entender como un humano puede satisfacer la justica de Dios ya que sus caminos son misteriosos y sobrepasan la comprensión humana. Job dice que Dios no puede ser burlado y que aun el no se conoce a sí mismo lo suficiente como para poder defender su caso frente a Dios, por lo que Job deseaba que hubiera alguien que pudiera ser el mediador entre él y Dios o ser mandado al Seol.
Job cree fervientemente que hay un “testigo” o un “redentor” en el cielo que testifica a causa de su integridad (Job 16:19; Job 19:25). El sufrimiento es demasiado para Job por lo que se vuelve amargado, ansioso y con mucho miedo. Job deplora la injusticia con la que mucha gente vive sin que Dios los rectifique, mientras que él y muchas otras personas que viven en rectitud sufren, por lo que quiere ver a Dios cara a cara y protestar, pero físicamente no lo puede encontrar. Job continúa argumentando que la sabiduría es ajena a los humanos, pero aun así decide seguir buscando sabiduría y temor de Dios y evadir el mal.
Eventualmente Dios interviene en la plática y le dice a Job que sea valiente y le explica varios detalles sobre la creación. Al darse cuenta Job que la persona que tiene enfrente es Dios, se postra y reconoce el poder infinito de Dios y acepta las restricciones de su entendimiento humano. La respuesta de Job agrada a Dios, pero se queda enojado con los compañeros de Job por haber dado mal consejo, pero Job interviene por ellos y Dios los perdona. Dios procede a restaurar la salud y vida de Job dándole el doble de las riquezas que antes poseía y una nueva familia. En la historia vemos que Job nunca renunció a su fe cementándose como un gran ejemplo de fe en Dios en medio de todas la pruebas y sufrimientos.
Esta es tan solo una pequeña reseña del libro de Job, te recomendamos que leas y estudies a profundidad este hermoso libro.