¿Te intimida leer la Biblia ? Con tantas interpretaciones diferentes y presentadas por estudiosos brillantes, ¿cómo podemos saber cuál es la correcta? O ¿podemos elegir la verdad basándonos en lo que se siente bien? Si es así, ¿no imitaría el texto nuestros pensamientos preconcebidos? Eso no es de—por lo menos, no en Dios. Eso es hacer de nuestra sabiduría engañosa y fallida el criterio para la verdad. La mayoría de nosotros está consciente de nuestro conocimiento limitado –nuestra falta de omnisciencia– para hacer eso. Pero esto nos deja con una pregunta importante: ¿Cómo podemos estar seguros de que estamos leyendo la intención de Dios? ¡Si tan solo hubiera una forma correcta de discernir acerca de las escrituras! ¡Buenas noticias! La hay. Aunque toda interpretación humana siempre tendrá un margen de error, hay formas en las que podemos minimizar esto. Las siguientes herramientas de aplicaciones básicas para el estudio de la biblia pueden ayudar.
1. Discierne el significado de un verso o pasaje basado en el contexto
Todos probablemente hemos tenido a alguien que ha escuchado una parte de nuestra conversación y ha llegado a falsas conclusiones. También sabemos cómo personalidades públicas y oficiales son mal citados. Pero quizás, el ejemplo más cómico ocurrió cuando, mientras soñaba en la secundaria, el maestro nos llamó y nos dio una respuesta extravagante, la clase reventó en risas.
Si has tomado clases de literatura entiendes como el contexto puede cambiar el significado de una palabra en particular, oración o frase. Lo mismo ocurre con las escrituras. Por ejemplo, tu puedes haber escuchado a alguien usar Lucas 6:37, la cual dice, “No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará” para contar una enseñanza particular con respecto al comportamiento. Pero cuando leemos las palabras de Jesús en el contexto, entendemos que Él no está diciendo que no señalemos el pecado, por el contrario, que nos evaluemos a nosotros mismos primeros. Estamos para mirar la paja en nuestro propio ojo –ese pecado, actitud, motivo e ideas equivocadas—que distorsiona nuestra visión. Solo cuando estamos seguros de que somos capaces de “ver claramente” sabemos intentar señalar la paja en el ojo de nuestro amigo.
La broma de su mensaje en Lucas, parece ser que no debemos enfocarnos en la mala actuación de alguien de forma que se nos olvide la nuestra, por el contrario, debemos evaluarnos a nosotros primero. Luego, si Dios nos llama a amonestar a alguien amorosamente, hay una oportunidad mayor de que sea Dios quien verdaderamente nos orienta –en vez de nuestro orgullo u “ofensa”
2. Evalúa un verso o pasaje basado en el mensaje y verdades generales de las escrituras
La Biblia es única al contener sesenta y seis libros individuales de siete géneros diferentes, e incluso así todas dicen una historia cohesiva de redención. Vemos a Jesús –nuestra necesidad de Él, la promesa de Su llegada, Su vida o poder—entretejido entre cada narración, evangelio y epístola. El antiguo testamento revela nuestra necesidad de un Salvador y nos dice que Jesús viene. El Nuevo Testamento revela el poder de redención de Dios liberado cuando Jesús vino. Y a través de cada página, Dios revela su corazón, carácter, plan y promesas.
Y así como uno entiende palabras individuales relacionadas con la oración y el párrafo, cada verso y pasaje de la Biblia apunta o cae en el mensaje general de las escrituras. Cuando disciernas acerca de un verso o narración en particular, puedes hacerte algunas preguntas básicas:
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¿Qué revela este pasaje acerca de la condición humana?
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¿Qué muestra acerca de Dios –Su naturaleza, Su corazón y Sus planes?
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¿De qué forma indica este pasaje que la humanidad debería relacionarse con Él y no con otros?
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¿Cómo apunta este pasaje a Jesús?
3. Busca palabras y frases repetidas
Mi respeto y admiración por las escrituras aumentaron diez veces una vez me convertí en novelista. Mientras escribo, una frase que un viejo editor solía decir se repite en mi mente: “Haz que cada palabra luche por estar allí”. Su punto –no pierdas espacio en las páginas con nada innecesario. Los buenos escritores seleccionan esos verbos, anécdotas y detalles que revelan su punto o profundizan la narrativa. La repetición se evade –a menos que sea necesaria.
Cuando las palabras se repiten, en cualquier literatura (incluyendo la de la biblia), hay una razón. Considera cada repetición –primero dentro de una oración particular, luego un pasaje, luego un libro –un llamado a pausar y evaluar.
Toma 1 Juan 1:5-7 por ejemplo:
“Y este es el mensaje que hemos oído de Él y que os anunciamos: Dios es luz, y en Él no hay tiniebla alguna. Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad; mas, si andamos en la luz, como Él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.”
En este pasaje corto, Juan, el autor, repite luz tres veces y oscuridad dos veces. Si seguimos leyendo, veremos que Juan expande su diferencia entre la luz y la oscuridad y una vida de obediencia en contra de una llena de pecado.
4. Investiga el contexto histórico alrededor del pasaje y su audiencia original
Considera Romanos, un libro de doctrina rico que revela la Santidad de Dios, la depravación de los hombres alejados de Él y la redención que tenemos en Cristo. A través de las escrituras de Pablo a los romanos antiguos, recibimos una clara presentación del evangelio. Considerando esto, uno podría asumir que Pablo escribió para evangelizar a un grupo de no creyentes.
Pero Pablo le escribía a compañeros cristianos. Estos creyentes romanos no aprendieron a recibir a Cristo, ellos necesitaban entender cómo descansar en Él. Los creyentes judíos que se aferraban a la circuncisión necesitaban entender que la ley del Antiguo Testamento no podía salvarlos. Ellos vinieron a Cristo de la misma forma que sus hermanos y hermanas gentiles lo hicieron –a través de la fe. Y los creyentes gentiles, que estaban siendo presionados para seguir la ley, necesitaban asegurarse del recordatorio de que su salvación no era dependiente de nada que no hayan hecho sino de lo que Cristo había hecho por ellos.
Entender el contexto histórico añade profundidad y belleza a la carta antigua, recordándonos de la salvación, transformación y poder preservador de la gracia.
5. Investiga la historia y ministerio del escritor bíblico
Considera Génesis, conocido como el libro de los principios. Escrito por Moisés, un príncipe hebreo que se convirtió en pastor y luego en libertador, vemos una narrativa histórica revelando al Dios Creador a personas que no tenían un concepto de Él. Ellos habían pasado sus vidas en esclavitud en una tierra foránea cuyo pueblo adoraba todo lo que va desde el sol y la tierra hasta los escarabajos.
Así que Moisés inició en el comienzo. A través del relato de la creación, reveló a Elohim, el todopoderoso, el que todo lo sabe, el comienzo soberano de todas las cosas. Vemos a este Dios Santo señalando la humanidad hacia sí mismo, como lo hizo a través de Moisés, invitando a su pueblo a vivir de forma santa. Cuando los humanos fallan al vivir según sus estándares, Dios permaneció fiel y verdadero. Nada, ningún pecado ni rebelión de los hombres, puede desviar su plan.
6. Lee versos y pasajes de diferentes traducciones
Algunas palabras y frases tienen poco sentido cuando se traducen de forma precisa. Imagina tener la siguiente conversación con alguien de otro idioma. Ella te pregunta cómo has estado y tú contestas “esperando ahí…”. Traducido de forma exacta, puede imaginarte sentado en cualquier lugar esperando.
Cada idioma tiene sus propios refranes, hipérbolas y eufemismos que cuando se expresan en un idioma diferente pueden resultar en confusión. Los estudiosos de la biblia deben decidir entonces cuando traducir palabra por palabra o arreglar el pensamiento general. Algunas traducciones, como la ESV, se enfocan más en una traducción palabra por palabra, otras, como la CEV, traducen pensamiento por pensamiento y otras, como la CSB, tratan de combinar ambas. Debido a esto, es útil leer el mismo versículo o pasaje en varias traducciones. Esto a menudo provee un entendimiento más profundo de la definición de la palabra.
7. Busca lo que puede significar en el contexto la palabra original en griego o hebreo
El idioma evoluciona constantemente y por lo tanto las definiciones cambian con el tiempo. Una palabra como “pantalla” puede significar numerosas cosas basados en cómo se hable. Esto es cierto para el hebreo también, y aunque los estudiosos hicieron lo mejor para encontrar el equivalente en inglés, la profundidad de algunos significados se pierden en la traducción.
Considera 1 Timoteo 2, por ejemplo. En la NVI, leemos “Te encomiendo, ante todo, que todas las peticiones, oraciones, intercesiones y acción de gracias sean hechas por todas las personas” –una simple lectura que revela claramente lo que Pablo dice. Y esa es la belleza de las escrituras. Está escrito de una forma que, sin importar el nivel de lectura, cualquiera pueda recibir el mensaje de Dios. Pero considera cómo tu apreciación por la exhortación de Pablo podría haber incrementado si hubieras investigado el significado de la palabra griega, pakaleó.
Traducido como “encomiendo”, esta palabra significa rogar o suplicar y tiene la connotación de alguien caminando cerca de alguien más como ayudante. En el ejército griego, los soldados en pares llamados Paracletos se paraban espalda con espalda para que nadie los pudiera atacar por detrás. Es como si Pablo le dijera a Timoteo, el pastor que se enfrentaba a la persecución, división y falsas enseñanzas fuera de su iglesia, “Te encomiendo a hacer esto, sé que no siempre será fácil—como cuando oró por sus perseguidores, ¿quizás? –pero estoy contigo”
8. Lee comentarios
Cuando me estanco en un pasaje y me siento insegura acerca de lo que Dios podría estar tratando de decir, me gusta leer los pensamientos de otros que sean más listos y educados que yo. Numerosos sitios bíblicos tienen comentarios escritos por teólogos brillantes como John Calvin, John Wesley y otros grandes, permitiendo a los lectores evaluar diferentes puntos de vista acerca de un versículo o tema en particular. Si encontramos que nuestra interpretación difiere de la de alguien más, lo más seguro es que estemos errados.
Muchas veces, estos comentarios enlistan otros pasajes relacionados también, mostrando como un verso o doctrina particular encaja en las escrituras como un todo. Algunos incluso presentan interesantes hechos históricos. Por ejemplo, durante el tiempo de Ester, la reina (piensa Vashti) fue “aislada de la vista pública” (Jamieson Fausset Brown).
9. Presta atención a las conjunciones
La biblia es un libro muy largo, uno que puede ser entendido como un todo pero que es más común leerlo en secciones. Raramente leí todo Mateo o Romanos en una sentada, por lo tanto, es sencillo perder las conexiones que tienen versos individuales o capítulos con otros. Cuando veamos palabras como para, desde que o porque, sabemos que el escritor está conectando su punto a algo que fue mencionado previamente.
Por ejemplo, el capítulo de Romanos 12 comienza con, “Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional.” si hubiéramos leído Romanos 1:11, habríamos entendido que Pablo quería decir que era debido a la santidad de Dios, nosotros libres de pecado y la redención que proporcionó a través de su muerte y resurrección que tenemos que ofrecernos a Él. Esto no cambia el significado de Romanos 12:1, pero añade peso a la declaración de Pablo y probablemente nuestro deseo de obedecerlo.
10. Lee otros pasajes relacionados
Usando romanos como otro ejemplo, cuando lo leemos encontramos una historia rica del mensaje de redención de Dios entretejidos a través del Antiguo Testamento. Pablo discute todo desde la creación, la ley, la simbología revelada a través de la historia de Abram, y más. Él también cita o hace referencia a numerosos pasajes como Isaías 52:5, Salmos 51:4 y Génesis 25:23. Pero al tomarte el tiempo para leer estas narrativas diferentes y versos en referencia, los cuales pueden ser encontrados a menudo en el pie de página de tu biblia, ganarás un entendimiento amplio y profundo del texto y el tema.
Las escrituras son un libro vivo, que cambia vidas y que ha sido preservado a través de numerosas generaciones por un Dios que está constantemente revelándose a Sí mismo y Su voluntad para el pueblo que ama. Cuando nos aproximemos a Su palabra con un corazón abierto y expectante, al evaluar cada palabra o simplemente ponderar el significado de un pasaje, lo encontraremos. Y ahí es donde la vida cambia –libertad, sanación y crecimiento—ocurren.