Uno de mis momentos favoritos del día son los pocos minutos de tranquilidad justo antes de dormir por la noche. La casa está en silencio y finalmente tengo tiempo para procesar mis pensamientos y sentimientos en la oscuridad fría de mi habitación. Espero que mis músculos se relajen mientras me dirijo al mundo de los sueños, hasta que... no puedo. Algunas noches me quedo mirando el techo o mi iPhone preguntándome por qué no puedo dormir. Cuento las horas que me quedan hasta tener que levantarme. Mi mamá siempre me dice que cuando no pueda dormir, no debería luchar tratando de forzarme a dormir. Ella tiene razón. Tratar de forzarme a dormir solo me hizo sentir más tensa. Sin embargo, he encontrado maneras que me ayudan a relajar, haciendo más sencillo el hecho de conciliar el sueño. Una de estas maneras es leer la biblia, específicamente los Salmos. La hermosa poesía de los salmos mezclada con el poder de La Palabra de Dios casi siempre pone mis nervios a descansar hasta poder cerrar los ojos. Si eres como yo y a veces necesitas ayuda a quedarte dormida, quiero compartir contigo mis Salmos favoritos para leer y descansar.