Dos damas se sentaron frente a mí y lloraron. Habíamos estado hablando sobre el llamado de Dios. Según su petición les hice algunas preguntas que me ayudaron a identificar mi propio llamado. Mientras los patrones comenzaban a emerger con sus respuestas, ambas sollozaron. Dios las había moldeado durante sus vidas, pero ellas no habían notado las maneras antes. La alegría surgió y entendieron que sus sueños eran, de hecho, los sueños de Dios. ¿Eres tú capaz de identificar tu llamado? Si has estado luchando por encontrar el propósito de tu vida, te animo a que hagas las preguntas que me ayudaron. Escribe las respuestas y verás cómo las historias de tu vida no son tan extrañas después de todo. Acá están las preguntas: