¿Es una señal del fin de los tiempos? Dios y el coronavirus

 
 Nota del editor: Este artículo se ha convertido en un recurso viable para aquellos que intentan entender si la pandemia actual del coronavirus es una señal del fin de los tiempos. Esperamos que te pueda servir de guía hacia una verdad bíblica y el correcto estudio del libro de Apocalipsis.   

Querido Doctor Roger, 

He estado muy asustada por todo lo que esta pasando con el coronavirus. ¿Por qué Dios permitiría tal cosa? ¿Es esta una señal de los últimos días? 

Sinceramente,
Jamie 
 

Querido Jamie,  

¡Me da mucho gusto que hayas hecho esta pregunta! 

Me uno en el llanto y el duelo de aquellos que han perdido seres queridos a causa de esta enfermedad. De la misma manera también quiero confortar aquellos que han sido traumatizados por el miedo al coronavirus y sus repercusiones en la vida diaria y en su bienestar.

Sin embargo, podemos aprender bastante sobre Dios y nuestra relación con Él por medio de estos tiempos de dificultad especialmente en esta era de la información en donde cada hora tenemos actualizaciones de noticias globales sobre plagas, desastres naturales, golpes de estado y volatilidad económica.

Cuando la llamada “gripe española” mató cerca de cien millones de personas a principios del siglo pasado durante los años de 1918-1920, muy poca gente estaba enterada de los acontecimientos, poca gente entendía la enfermedad y el impacto que tenía sobre las personas. 

El CDC (centro de control de enfermedades por sus siglas en inglés) estima que alrededor de 32 a 49 millones de norteamericanos contrajeron influenza durante el año pasado y que de esa cifra cerca de 20 mil a 50 mil tristemente perdieron la vida. Estos datos no están fuera de lo normal con las temporadas típicas de influenza e incluso están por debajo de los estimados de la CDC durante los años 2017-2018 de 48.8 millones de enfermedades, 959 mil hospitalizaciones y 79 mil muertes. Tener estimados certeros sobre el número de muertes directamente relacionados es algo difícil porque muchos de los afligidos ya contaban con problemas de salud previas.Es por esta razón que el coronavirus da miedo. Da miedo porque nos hace ver nuestra propia mortalidad. 

Si tu conoces al Señor Jesucristo entonces no tienes razón para temer. Habiendo dicho eso, tengo que decir que mi vecino es un virólogo médico de profesión y sobra decir que ellos recomiendan ser prudentes y cocientes en seguir las precauciones necesarias. Hay que ser sabios.   

La Biblia tiene mucho que decir sobre las “pestilencias” y nuestra respuesta frente a las mismas. Hoy día la palabra “pestilencia” es utilizada más frecuentemente como “plaga” o “desastre” en las versiones mas modernas del lenguaje. Dios nos llama hacia su persona. 

Me gustaría responder tres preguntas: 

• ¿Marca el coronavirus el final de los días? 
• ¿Qué dice la Biblia sobre las enfermedades, sobre Dios y cómo podemos responder?
• ¿Como encontramos paz y protección en medio de las tormentas? 
  
  

¿Es el coronavirus una señal del fin de los tiempos? 

El Señor Jesús describió el fin de los tiempos como “dolores de parto” tal y como los dolores de parto son mas intensos y mas constantes, de la misma manera Dios permitirá que las cosas escalen a todo tipo de pruebas para que las personas volteen sus rostros a Dios. De hecho, el propósito de la tribulación es ejercer presión para que el hombre se rinda de su maldad y llegue a los pies de Cristo y así encontrar salvación. 

Jesús describe el fin de los tiempos en Mateo 24, Marcos 13, y Lucas 21. Aquí esta lo que dice en el libro de Lucas 21: 7-11: 
 
 “Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo sucederá esto, y qué señal habrá cuando estas cosas vayan a suceder?  8Y Él dijo: Mirad que no seáis engañados; porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: "Yo soy el Cristo", y: "El tiempo está cerca". No los sigáis. 9 Y cuando oigáis de guerras y disturbios, no os aterroricéis; porque estas cosas tienen que suceder primero, pero el fin no sucederá inmediatamente. 10 Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación y reino contra reino; 11 habrá grandes terremotos, y plagas y hambres en diversos lugares; y habrá terrores y grandes señales del cielo”.

El resto del pasaje continúa describiendo la persecución de los cristianos y judíos en contexto. 

Jesucristo nos anima en tres formas: 1) no sean engañados o distraídos, 2) no se llenen de pánico, 3) sean testigos pacientes. En el versículo 13 del mismo pasaje vemos que Jesús dice: “esto les dará oportunidad de testificar” (Lucas 21:13). Jesús regresara.    

¿Por qué Dios permite el coronavirus y otras catástrofes? 

El mundo esta quebrantado. Nosotros somos pecadores. Por causa del pecado de Adam, nosotros tenemos cuerpos mortales. La muerte es inevitable, pero no tenemos porque temer. El apóstol Pablo escribe en el libro de 1 Corintios 15:21:

“Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un hombre vino la resurrección de los muertos”. 

Vivimos en un mundo caído, pero si permanecemos en Cristo podemos tener fe y alegría. 

Veamos siete razones por las que Dios mandó enfermedades y problemas en la Biblia:

Dios usó plagas para librar al pueblo de Israel que estaba cautivo por los egipcios. (Éxodo 9:8-11). 

Dios también utilizo plagas durante la tribulación para hacer que los que rechazaban a Dios se tornaran hacia Él. La manera tan rápida con la que se contagia el coronavirus es un adelanto de como Dios dará su juicio.

Apocalipsis 9:15-19 dice:

“Y fueron desatados los cuatro ángeles que habían sido preparados para la hora, el día, el mes y el año, para matar a la tercera parte de la humanidad. 16 Y el número de los ejércitos de los jinetes era de doscientos millones; yo escuché su número. 17 Y así es como vi en la visión los caballos y a los que los montaban: los jinetes tenían corazas color de fuego, de jacinto y de azufre; las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo y azufre. 18 La tercera parte de la humanidad fue muerta por estas tres plagas: por el fuego, el humo y el azufre que salían de sus bocas. 19 Porque el poder de los caballos está en su boca y en sus colas; pues sus colas son semejantes a serpientes, tienen cabezas y con ellas hacen daño”.

¿Como es que Dios logra sus propósitos en nuestros días? A través de la muerte y resurrección de Jesucristo. Isaías 53 nos dice que Cristo cargó con nuestro dolor y enfermedades en la cruz. Cuando creemos en Jesucristo recibimos gracia y no juicio.   

Moisés proclamó a los israelitas las bendiciones de seguir a Jehová, así como las consecuencias de olvidar y rechazar sus mandamientos y enseñanzas. En Deuteronomio 28, Moisés promete hijos, riquezas, comida y seguridad, pero igual le dice a los israelitas que si se niegan entonces serán maldecidos.    

Jesús aprendió la obediencia a través de las cosas que sufrió, y nosotros podemos seguir su ejemplo. 

Hebreos 5:8:

“y aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo que padeció;” 

Dios llamó a David “un hombre conforme a su propio corazón”. Aun así, las consecuencias del pecado de David no solo tuvieron un impacto en su familia, pero también al contar a su ejercito como una fortaleza David en su orgullo no siguió el mandamiento de servir a Dios humildemente. Por esto David tuvo que elegir uno de tres castigos; tres años de hambruna, tres meses de derrotas a mano de sus enemigos o tres días de plagas.

Cuando nos humillamos ante Dios, el nos ve, nos escucha y nos responde.

Santiago 4:10 dice: 

“Humillaos en la presencia del Señor y Él os exaltará.” 

Dios desprecia la idolatría (Éxodo 20:3). La idolatría en nuestros días casi siempre tiene que ver con el dinero. Ezequiel 7 profetiza la destrucción de la economía judía (comprar y vender) para que de esa manera la gente se deshaga de sus falsos Ídolos.

Jesús dijo: “Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6:24),      

Dios es nuestro proveedor. Jesús dijo que, si Dios viste a los lirios del campo y da de comer a las aves, que mucho mas Dios cuida de sus hijos. Debemos ser fuertes y permanecer firmes en nuestra fe y no en nuestro intelecto ni fuerza.  

En la Biblia vemos como Dios se regocijaba cuando su gente lo ponía a Él en el primer lugar. 

Los judíos se quejaban con Moisés que ya estaban cansados del maná. Ellos querían carne y Dios respondió sus oraciones sin agradecimiento enviándoles codorniz, pero también los castigo con una plaga. (Números 11:31-33). 

Aquellos que adoran a Dios con corazones agradecidos reciben el favor de Dios. 

Salmos 103:2-3 dice: 

“Bendice, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades;” 

Los filisteos capturaron el arca de Jehová y la mandaron a Asdod en lugar de regresarla a Israel. Dios les dio una lección mandándoles una plaga de ratas y tumores. (1 Samuel 5:6).  

Pero Jesucristo nos reconcilió con Dios por medio de su muerte en la cruz, el ultimo sacrificio. Jesús nos ha hecho santos.

Colosenses 1:20-22: 

“y por medio de El reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos. 21 Y aunque vosotros antes estabais alejados y erais de ánimo hostil, ocupados en malas obras, 22 sin embargo, ahora Él os ha reconciliado en su cuerpo de carne, mediante su muerte, a fin de presentaros santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él” 

Dios permitió que Satanás infligiera dolores y enfermedades en la vida de Job para que así pudiera revelar su majestad y poder por sobre sus fieles siervos. (Job 42).

Pablo nos asegura que Dios revela su poder a través de nuestras debilidades.

2 Corintios 4:7 dice: 

“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros”.  

¿Como podemos encontrar paz y protección en medio de la pandemia? 

Filipenses 4:6 nos recuerda: 

“Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios”. 

Apaga por un momento las noticias, enfócate en el cielo y en las maravillas de Dios. Haz oraciones especificas y honestas y sobre todo vive con un corazón agradecido. Aquí te dejo tres cosas que puedes hacer: 

La oración del rey Salomón nos puede servir de ejemplo: 

“sí se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra”. 

Podemos ver como Dios perdonó a los paganos de Nínive cuando se arrepintieron, oraron y ayunaron durante los tiempos de Jonás. 

No hay que ser impotentes ni tampoco impulsivos, Dios nos puede mostrar un plan especifico durante estos tempos. (Santiago 1:2-6). 

No trates de escabullirte de tus problemas, puesto que cuando tu paciencia este finalmente en su lugar estarás listo para afrontar cualquier cosa, tendrás un carácter mas fuerte y una fe mas fuerte. 

Santiago 1:4-6 nos recuerda que: 

“Y que la paciencia ha de tener su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada. 5 Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.  6 Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra”. 

Mi hija tiene un sistema inmune comprometido, cada semana una enfermera viene a nuestra casa para administrarle una transfusión de 8 horas. Por los siguientes dos días mi hija sufre de migrañas, nausea y dolores intensos. Ahora también ha contraído otra infección respiratoria. Para rematar el doctor le hablo hace poco para darle las noticias de que encontraron otras dos complicaciones. 

Pero Brie, vive su vida con un corazón agradecido y contento. Ella hace sus oraciones de manera sincera declarando sus miedos y su duelo, pero aun así continua con alegría y fe. Ella sigue con su ministerio y cuida de su familia. 

¿Como es que ella puede lidiar con el miedo de otra infección? En Salmos 91:2-14 ha sido su pasaje bíblico favorito desde que era niña. En este pasaje dice que puede ver a Dios como su protector amoroso y poderosos:  

“Diré yo al SEÑOR: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío. 3 Porque Él te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal. 4 Con sus plumas te cubre, y bajo sus alas hallas refugio; escudo y baluarte es su fidelidad. 5 No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, 6 ni la pestilencia que anda en tinieblas, ni la destrucción que hace estragos en medio del día. 7 Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará. 8 Con tus ojos mirarás y verás la paga de los impíos. 9 Porque has puesto al SEÑOR, que es mi refugio, al Altísimo, por tu habitación. 10 No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada. 11 Pues El dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos. 12 En sus manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. 13 Sobre el león y la cobra pisarás; hollarás al cachorro de león y a la serpiente. 14 Porque en mí ha puesto su amor, yo entonces lo libraré; lo exaltaré, porque ha conocido mi nombre.”

Dios te ama. Dios te puede ver. ¡Dios está en control! 

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Nota del editor: La columna del Dr. Roger Barrier “Pregúntale a Roger” aparece con frecuencia en Preach It. Teach It. Cada semana en Crosswalk el Dr. Roger pone sus casi 40 años de servicio en el ministerio para responder preguntas sobre la doctrina, o para dar consejos a las personas que lo quieran, así como a los lideres de iglesias. Piedes mandarle tus preguntas a [email protected]  

Dr. Roger Barrier retired as senior teaching pastor from Casas Church in Tucson, Arizona. In addition to being an author and sought-after conference speaker, Roger has mentored or taught thousands of pastors, missionaries, and Christian leaders worldwide. Casas Church, where Roger served throughout his 35-year career, is a megachurch known for a well-integrated, multi-generational ministry. The value of including new generations is deeply ingrained throughout Casas to help the church move strongly right through the twenty-first century and beyond. Dr. Barrier holds degrees from Baylor University, Southwestern Baptist Theological Seminary, and Golden Gate Seminary in Greek, religion, theology, and pastoral care. His popular book, Listening to the Voice of God, published by Bethany House, is in its second printing and is available in Thai and Portuguese. His latest work is, Got Guts? Get Godly! Pray the Prayer God Guarantees to Answer, from Xulon Press. Roger can be found blogging at Preach It, Teach It, the pastoral teaching site founded with his wife, Dr. Julie Barrier.