10 Versículos Poderosos De Isaías Para Ayudarte A Luchar Contra El Miedo Y A Encontrar Esperanza En Jesús

Dios nos recuerda a no temer. Una y otra vez, Él nos da la promesa de lo que está hecho, y lo que sigue haciendo en nuestra representación. No tenemos razón para dar espacio a la preocupación cuando Dios es el único que lucha por nosotros. Él nos ha redimido. Él nos ha llamado por nuestro nombre. Él está siempre con nosotros sin importar lo que enfrentemos. Él nos saca de cada lugar duro y a través de las aguas profundas:

“Mas, ahora, así dice el SEÑOR tu Creador, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: No temas, porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres tú.  Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama te abrasará. Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador; he dado a Egipto por tu rescate, a Cus y a Seba en lugar tuyo.” Isaías 43:1-3

Este versículo es uno muy comúnmente recitado cuando el miedo emerge y la debilidad se siente inconmensurable. Cuando eso ocurre, hablar La Verdad de Dios a nosotros mismos es crítico y este verso en Isaías me recuerda una poderosa verdad: Dios está con nosotros, Él está para nosotros, Él nos fortalecerá, Él nos ayudará y sostendrá.  

“No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.” Isaías 41:10

A menudo el cansancio y el miedo van de la mano. Nos sentimos mal y desmotivados, la ansiedad puede superarnos. Pero cuando ponemos nuestra esperanza en Dios, Él promete renovarnos y darnos la fortaleza que tan desesperadamente necesitamos cuando estamos cansados:

“Aun los mancebos se fatigan y se cansan, y los jóvenes tropiezan y vacilan, pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.” Isaías 40:30-31

Solo Dios tiene el poder de hacer un camino donde parece no haber forma. No tenemos que quedarnos estancados en el pasado o futuro cercano. Él nos recuerda a no permanecer en lo que queda atrás, sino que nos trae a nuevos lugares y abre puertas que de alguna otra forma hubieran parecido imposibles de caminar:

“No recordéis las cosas anteriores ni consideréis las cosas del pasado. He aquí, hago algo nuevo, ahora acontece; ¿no lo percibís? Aun en los desiertos haré camino y ríos en el yermo.” Isaías 43:18-19

Este año hemos escuchado historia tras historia de destrucción y eventos trágicos que han causado grandes sufrimientos y dolor para muchos. Comenzamos a preguntarnos dónde está Dios en todo esto. Sin embargo, Él nos recuerda que, no importa lo que pase en este mundo, Su amor por nosotros nos era alterado, y Su pacto de paz nunca será removido. Eso solo debería darnos gran seguridad cuando los tiempos se sienten inestables y luchamos con el quebranto. Aunque podamos sentir miedo, no tiene que tener control sobre nosotros. Nuestra fe en Dios es poderosa y Él nos sostiene seguros.

“Porque los montes serán quitados y las colinas temblarán, pero mi misericordia no se apartará de ti, y el pacto de mi paz no será quebrantado dice el SEÑOR, que tiene compasión de ti.” Isaías 54:10

Este versículo es un versículo muy útil para las necesidades y decisiones del día a día que todos debemos tomar. Recordándonos diariamente que Dios nos guiará y satisfará nuestras necesidades, podemos calmar nuestras almas cuando sentimos que el mundo entero depende de que tomemos la decisión o decisión correcta. Somos como jardines bien regados, prosperando bajo el cuidado de nuestro Maestro Jardinero.

“Y el SEÑOR te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus huesos; serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas nunca faltan.” Isaías 58:11

A través de cada día, su esperanza sigue creciendo fuerte. Su Espíritu dentro de nosotros brilla intensamente en un mundo que puede parecer oscuro la mayor parte del tiempo. Puede que no siempre lo veamos, no siempre sabemos que estamos haciendo una diferencia, podemos sucumbir más a la preocupación que la paz a veces, pero la presencia de Dios sobre nosotros y en nosotros es poderosa en esta vida. Tenga la seguridad de que su luz nunca será apagada por la oscuridad. La luz siempre es mayor.

“Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz y la gloria del SEÑOR ha amanecido sobre ti. Porque he aquí, tinieblas cubrirán la tierra y densa oscuridad los pueblos; pero sobre ti amanecerá el SEÑOR, y sobre ti aparecerá su gloria.” Isaías 60:1-2

A lo largo de los capítulos de este gran libro, Isaías nos señala a nuestro Salvador, el Mesías, Cristo Rey, Emmanuel. A través del don de Jesús y el precio que Él pagó en la cruz por nosotros, podemos encontrar esperanza, liberación, sanidad y propósito para nuestras vidas. Solo Él es el que puede liberarnos de la fortaleza del miedo y del pecado. Solo él tiene el poder de renovar nuestros días y darnos paz.

“Porque los que guían a este pueblo lo extravían; y los guiados por ellos son confundidos.” Isaías 9:16 

El evangelio no es solo para aquellos que necesitan la salvación y luego se guardan y nunca se recuerdan, necesitamos recordar el evangelio cada día. Necesitamos recordar el precio que se pagó por nuestra libertad y nuestra vida eterna. Toda la Escritura habla de nuestra necesidad de un Salvador que nos salve de nuestros pecados, y este versículo en Isaías es un recordatorio visceral de la extensión que Dios fue a rescatar a sus amados hijos. ¡Gracias Jesús, que por tus heridas estamos curados!

“Mas, Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por sus heridas hemos sido sanados.” Isaías 53:5

Jesús lee este pasaje de Isaías en la sinagoga del sábado en Lucas 4. Fue consciente de su unción y conoce su llamamiento mesiánico, para proclamarnos las buenas nuevas de la gracia de Dios: los pobres, los de corazón quebrantado, los cautivos y los prisioneros. Vino para traer consuelo y alegría a los que lloran y se desesperan. En Jesús, el poder de nuestros temores más grandes es vencido y encontramos paz y descanso.

“El Espíritu del Señor DIOS está sobre mí, porque me ha ungido el SEÑOR para traer buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros; para proclamar el año favorable del SEÑOR, y el día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran, para conceder que a los que lloran en Sion se les dé diadema en vez de ceniza, aceite de alegría en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido; para que sean llamados robles de justicia, plantío del SEÑOR, para que Él sea glorificado.” Isaías 61:1-3

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