10 Advertencias Bíblicas Que Necesitas Dejar De Ignorar

Mientras Dios da justicia a los pecados por la fe en Cristo y no por los estatutos de la ley, una fe salvadora es siempre una fe activa. La pereza no tiene lugar en la vida de un cristiano. En Romanos 12:11, Pablo instruye a la iglesia en Roma a no permitir que su entusiasmo se presente sin acción. El entusiasmo sin acción difama la gloria de Cristo y no logra nada. Para finalizar, debemos estar conscientes de no ser perezosos en nuestro amor y servicio a Cristo y a otros.

Si hubiera una carretera en tu pueblo que regularmente llevará a las personas a conducir por un barranco, signos de advertencia estarían puestos por todos lados. De la misma forma, Proverbios 5 advierte a las personas del peligro asociado con la tentación sexual. El camino de la tentación sexual no debe ser trillado o recorrido por nadie. Como le dijo el padre al hijo en Proverbios 5:5, las palabras de seducción adúltera siempre “llevan a la muerte”. Debemos evadir la tentación sexual para evitar perdernos y “nos lleve a la muerte por la falta de disciplina” (Proverbios 5:23)

No solo se debe evadir la tentación sexual a toda costa, también debemos arrepentirnos de todos los pecados que hemos cometido. La tentación no es necesariamente un pecado, pero una vez que hemos transgredido las órdenes de Dios, hemos pecado y estamos en necesidad de arrepentimiento. El arrepentimiento es el acto de alejarnos del pecado a través de Dios, para pedir su perdón y fortaleza para llevar una vida correcta. Jesús nos llama a todos al arrepentimiento de nuestros pecados (Marcos 1:15), advirtiendonos que la falla en el arrepentimiento resultará en un merecido juicio.

Una de las formas más fáciles de pecar en contra de Dios es el hablar con palabras poco amables. Somos advertidos en 1 Pedro 2:1 de que las palabras poco amables son, discursos que son destructivos y sin redención a otros que deben cesar entre los creyentes. El libro de Santiago ofrece detalles sobre la necesidad de los creyentes de honrar a Dios y a esos que fueron creados a su imagen (Santiago 3:1-12)

La lujuria juvenil no solo se refiere a tentaciones sexuales sino a todos los deseos que vengan de la inmadurez. Estos deseos no promueven la madurez cristiana ni reflejan el deseo de Dios hacia los otros. Cuando no huimos de la lujuria juvenil, a menudo quedamos atrapados en ella y nos alejamos del plan perfecto que Dios tiene para nuestras vidas en Cristo. Si Pablo hubiera podido advertir a Timoteo que huyera de tales deseos (2 Timoteo 2:2), ¿En qué medida necesitamos advertir en una cultura que está marcada por la inmadurez rampante?

La renuncia a la impiedad es esencial para lo que parece ser una vida marcada por el arrepentimiento. El arrepentimiento no es algo momentáneo. Al contrario, el arrepentimiento es una renuncia total a una vida impura. Los cristianos no deben volver al abismo del pecado del cual Dios los ha sacado. Hemos recibido del espíritu de Dios que no podemos ser “deudores de la carne” (Romanos 8:12-17). Así, Pablo declaro que nosotros quienes hemos respondido a la gracia de Dios en Cristo Jesús debemos “negar la impiedad” y vivir una “vida correcta y sensible” ante Dios (Tito 2:12-13)

La mayoría de las personas no piensan de sí mismos como ladrones. Sin embargo, algunas personas roban a otros sin ni siquiera entenderlo. Cuando una persona descarga software sin pagar, escucha música que fue copiada de una fuente original o simplemente no lo da todo en el trabajo, están robando a alguien más. Como cristianos, fuimos comandados para “dejar de robar” y, en cambio, trabajar por las cosas que necesitamos en esta vida (Efesios 4:28). Al hacer esto, reflejamos la dignidad del trabajo y mostramos respeto por el trabajo de otros.

Santiago 4:7 instruye a los cristianos a “resistirse al mal” para que él “huya de ti”. Mientras algunos puedan estar reacios a resistir conscientemente el mal, la verdad de que el diablo es como un “león rugiendo, persiguiéndonos y buscando destruirnos” permanece. (1 Pedro 5:8). Una de las peores cosas que un cristiano puede hacer es ignorar la amenaza que el diablo pone sobre ellos. Deben “resistirse al mal y permanecer cercano a Dios”

Así como los cristianos trabajan con fe para resistirse al mal, ellos no deben darle tanto mérito. La lealtad mayor de los cristianos debe ser solo hacia Dios. Este es por qué el autor de hebreos advierte a su audiencia a “servir al señor con temor y reverencia” (Hebreos 12:28). Así como un niño debería tener un miedo saludable a la disciplina de sus padres, es correcto y está bien tener un miedo saludable a su Dios en los cielos. Nosotros, así como los cristianos en Filipenses, hemos sido llamados por Dios para trabajar en nuestra salvación con “temor y temblor” (Filipenses 2:12) ante Dios, quien es el autor principal de nuestra fe.

Al cumplir la última advertencia, concluimos reflejándose en nuestra necesidad de humillarnos ante el Señor. Filipenses 2:3 nos instruye a “no hacer cosas por egoísmo” sino más bien “con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo”. De la misma manera, Santiago 4:7 nos enseña sobre nuestra necesidad de “Someternos a Dios” y “Humillarnos ante él” para que podamos ser “exaltados por el Señor”. 1 Pedro 5:5-6 hace eco a la misma instrucción con la promesa de que Dios “da gracia a los humillados” sin importar en qué situación nos encontremos, la respuesta correcta siempre es humillarnos ante Dios. No podemos ni debemos exaltarnos nosotros mismos. Si es deseo de Dios esta exaltación para nosotros, queda a cuenta de él. Nuestra responsabilidad es ser humildes ante nuestro Dios.