Muchos temieron al líder judío Saulo quien persiguió a la iglesia temprana con ferocidad. Él no era alguien con quien bromear, pero Jesús no tuvo miedo. Jesús detuvo a Saulo camino a Damasco e inició la transformación empoderada por el Evangelio a Pablo. El mismo hombre que una vez buscó extinguir la iglesia fue encendido por el fuego consumidor de Cristo, y se convirtió en una chispa que encendió ciudades completas con el evangelio, hasta los confines de la tierra. Mientras Pablo viajaba a Asia y Europa trajo consigo la esperanza de salvación capaz de cambiar vidas, y mientras que a las multitudes de creyentes les fueron dadas una nueva vida, él les escribía para darles instrucciones, proveerles con motivación y cuándo necesitará impartir corrección. Su profundo amor por la iglesia de Cristo mantuvo, tanto como a su bolígrafo y a sus pies moviéndose; acá hay 10 temas incontrovertidos que el Espíritu Santo inspiró continuamente a través de él.
1. Sufrimiento
El llamado en la vida de Pablo nunca prometió ser uno fácil. De hecho, Hechos 9:15-16 declara que el sufrimiento estaba destinado a ser integral en la vida de Pablo de este lado del cielo, “Pero el Señor le dijo: Ve, porque él me es un instrumento escogido, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de los reyes y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto debe padecer por mi nombre.” Las personas a menudo se acercan – heridos – arrastrándose hacia el trono de Jesús, buscando desesperadamente salvación, y Pablo no era diferente. Su corazón estaba hecho piedra, su pecado dolía, y sus ojos estaban cegados; la sanación fue dada, y junto a ella la carga de ir hacia el mundo con las buenas noticias, sin importar lo que tuviera que soportar. Pablo enlista muchas de las pruebas a las que se enfrentó en Corintios 11:16-33. La lista incluye apedreamientos, azotes, encarcelaciones y naufragios, y mediante todos el solía recordarles a los demás acerca del sufrimiento que Jesús soportó para que nuestras almas rotas pudieran reconciliarse con un Dios santo.
2. Alegría
Las epístolas de Pablo tienen una forma de englobar ideas aparentemente opuestas, las cuales encuentran su unidad en Cristo. No solo sugiere que la alegría de los creyentes puede estar presente en el medio del sufrimiento, sino que lo vive. Mientras estuvo encarcelado escribió: “¿Entonces qué? que, de todas maneras, ya sea fingidamente o en verdad, Cristo es proclamado; y en esto me regocijo, sí, y me regocijaré. Porque sé que esto resultará en mi liberación mediante vuestras oraciones y la suministración del Espíritu de Jesucristo” Filipenses 1:18-19. Sabemos que Jesús vino a la tierra por la alegría que sería suya al reconciliar a los hijos de Dios con su padre celestial; Pablo nos recuerda que nosotros también podemos caminar en circunstancias complicadas para que la alegría llegue a nosotros.
3. El discipulado aporta a todas las áreas de la vida
Jesús moldea el proceso e intimidad del discipulado en los evangelios, y encontramos a Pablo continuando este tema mientras estudiamos sus cartas. Ninguna otra relación explica mejor esta intimidad que su relación con Timoteo, Pablo no solo ofreció su sabiduría acerca de cómo compartir el evangelio y construir iglesias, él también escribe acerca de la familia de Timoteo, y aconseja a Timoteo a cuidar de las aflicciones que afectan su vida diaria, “Ya no bebas agua sola, sino usa un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.” 1 Timoteo 5:23. Es muy sencillo olvidar que Jesús se preocupa por todas las áreas de nuestra vida, y porque nos amemos los unos a los otros al ayudarnos de formas prácticas, y espirituales también.
4. Gracia
Las cartas de Pablo, más que las de cualquier otro apóstol, dejaron claro que la salvación está dada por la misma fe. El libro de Gálatas se enfoca en la libertad que Cristo ofrece al creyente, y la carta a los Romanos contiene ríos teológicos profundos exponiendo la gloria de la salvación dada solo por la gracia, solo a través de la fe, solo en Cristo. La pasión de Pablo de hacer conocer la esperanza disponible para todos a través de Cristo es claramente evidente, “Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos glorificamos en la esperanza de la gloria de Dios.” Romanos 5:1-2. Sus palabras proclaman la gracia que nos hace ser humildes y que tiene la habilidad de liberarnos a todos. Ellas apuntan directo a Jesús, el autor y perfeccionador de la fe.
5. Jesús regresará para traer justicia y la vida eterna
¡Qué buenas noticias, que el mundo no estará así para siempre – Jesús regresa a reinar, a hacer lo correcto y a redimir! “Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero.” 1 Tesalonicenses 4:16. Pablo sabía que cuando los días no parecen ser justos o placenteros, todo será por el bien de aquellos que aman a Cristo. El apóstol predicó con confianza la esperanza profunda de que habrá un día en el que el Jesús que buscamos, vigilamos y esperamos pacientemente regresará con gloria para traer vida verdadera, piedad y justicia “Porque después de todo, es justo delante de Dios retribuir con aflicción a los que os afligen, y daros alivio a vosotros que sois afligidos, y también a nosotros, cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo con sus poderosos ángeles en llama de fuego,” 2 Tesalonicenses 1:6-7
6. Sé una persona que perdona
Como recipiente de toda la compasión y perdón de Jesús, Pablo nunca midió las palabras acerca de lo importante que era para los seguidores de Jesús el perdonar. Él exhortó la fidelidad en Colosas, “Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo de la unidad.” Colosenses 3:12-14. Cuando un creyente se atreve a negar el perdón, niegan la deuda que Cristo les ha perdonado, y se alejan del ejemplo de Jesús.
7. El poder del espíritu santo
Jesús nos dijo, “Pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré.” Juan 16:7. Al ser un beneficiario del regalo del espíritu santo (como lo son todos los creyentes), Pablo resaltó las maneras en las que el espíritu trabaja a través de nuestras vidas. Bien sea confiando en el Espíritu a que interceda por nosotros o escuchar acerca de nuestra posición como hijos e hijas, somos bendecidos por el gran regalo que Jesús nos dio. Pablo quiere que aprendamos a escuchar y que seamos responsivos al Espíritu, pero también enfatiza en que nuestros cuerpos son el templo para este ser santo y tenemos que estar enterados “¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” 1 Corintios 6:19-20
8. Adopción
Hay un gran consuelo en saber que perteneces, y trae placer a Dios el saber que sus hijos están confiados en su verdad. Pablo nos recuerda que en la familia de Dios hemos encontrado nuestro verdadero hogar. “según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él. En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad” Efesios 1:4-5
9. La belleza de la unión
Cuando pensamos en Cristo no siempre nos reflejamos en el poder que viene de la perfecta unión del Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero es una forma de unión que Cristo desea para su iglesia. Pablo escribió a los múltiples cuerpos de creyentes acerca de la superioridad de la unión para la salud de la iglesia. A los corintios y los efesios se les dijo que encontraran y mantuvieran la unión, ya que es allí en el cuerpo unificado es donde el ruido de las opiniones y los deseos de los hombres serán guiados a encontrar a Dios.
10. Muere para encontrar la vida
A través de la muerte de Jesús ganamos vida, así que cuando cedemos a partes de nuestra carne para morir y le damos reino al Espíritu, comenzamos a experimentar crecimiento y florecimiento. Pablo instruyó que “los que están en la carne no pueden agradar a Dios. Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él. Y si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo a causa de la justicia. Pero si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en vosotros. Así que, hermanos, somos deudores, no a la carne, para vivir conforme a la carne, porque si vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.” Romanos 8:13. Hay una guerra constante librándose, y a pesar de que estamos cansados de la batalla, se nos llama constantemente a emular el amor de Cristo. Así como Pablo escribió “Por tanto, todo lo soporto por amor a los escogidos, para que también ellos obtengan la salvación que está en Cristo Jesús, y con ella gloria eterna.” 2 Timoteo 2:10. Recordemos: todo lo que experimentamos en este mundo caído no podría compararse con la gloria más adelante, que el Cielo y su Rey esperan.