Si eres un adulto que vive hoy en día en el mundo, no hay duda de que has experimentado estrés y ansiedad en algún momento. En parte, esto puede ser creado por la era tecnológica en que vivimos. Tenemos demasiadas aportaciones a nuestras vidas de fuentes que pueden agotarnos emocionalmente cuando necesitamos momentos de soledad, descanso y contemplación.
Batallando con la ansiedad: Una lección de Elías
Vivimos en un mundo estresante. La mayoría de nosotros estamos tan ocupados que eso a menudo nos roba nuestro tiempo con Dios mientras añade culpa a nuestras vidas estresadas. Y luego algunas personas, sienten que están fallando a Dios de alguna forma al admitir pensamientos y sentimientos ansiosos. No lo están. Dios siempre está presente. Él conoce cómo nos sentimos antes que nuestros miedos se desenvuelvan, y Él conoce la raíz de la causa también. Sea cual sea la causa, empeora cuando nos falta el sueño. La fatiga usualmente aumenta durante estos momentos –haciendo que nuestra ansiedad se intensifique y nos haga sentir débiles y sin defensa. Es en esos momentos vulnerables que Satanás ataca.
El profeta Elías es un ejemplo perfecto de un hombre fuerte de Dios sintiéndose débil y deprimido. Luego de la victoria de Monte Carmelo (1 Reyes 18), parece que Elías perdió confianza en la habilidad de Dios de protegerlo porque huyó de Jezabel en vez de permanecer firme como lo hizo cuando confrontó los 850 profetas falsos de Baal. Esto es lo que ocurrió: “Acab dio a Jezabel la noticia de todo lo que Elías había hecho y de cómo había matado a espada a todos los profetas. Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero diciendo: así me hagan los Dioses y aún me añadan si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. Viendo pues el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida y vio a Beersheva que está en Judá y dejó ahí a su criado” (1 Reyes 19:1-3)
La ansiedad no es un pecado, es un síntoma
¡Hablando de pasar de la victoria a la derrota! Las emociones de Elías tomaron un giro total porque estaba emocionalmente drenado y exhausto. Quizás puedas identificarte con eso. En el libro de Santiago, se nos dice que “Elías era un hombre de pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.” (Santiago 5:17). A pesar de su lapso temporal de depresión y miedo (1 Reyes 19:4-5), Elías fue a cumplir con grandes cosas para Dios. Pero incluso él, este maravilloso profeta de Dios, cuando estuvo exhausto y solo, comenzó a experimentar dudas y temores. Así que, no permitas que la fatiga y debilidad física y la compañía de pensamientos ansiosos te separen del Único que no solo conoce tus pensamientos, sino que también le importas más de lo que puedas pensar. La ansiedad no es un pecado, es un síntoma.
Así que, cuando tú o alguien que conoces se sienta emocionalmente drenada o atrapada por sentimientos de desesperación ayudale a calmar la ansiedad con las escrituras y la oración son el lugar para empezar tu recuperación. Considerando esto, acá hay algunas escrituras que ofrecen consuelo y ánimos en esos momentos o días estresantes. Escoge uno o dos de esas escrituras y escríbelas en una carta como fuente de ayuda durante momentos ansiosos. Luego encuentra un compañero de oración que se una a ti y te ayude a llevar tus preocupaciones a Dios.
A través de estas aprenderás que:
No estás sola.
Versículos de la Biblia que te recuerdan que no estás sola.
“Tú eres mi refugio, me guardarás de la angustia” Salmos 32:7
“Por nada estéis afanosos sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” Filipenses 4:6-7
“En el día que temo yo en ti confío en Dios alabaré su palabra, En Dios he confiado, no temeré ¿Qué puede hacerme el hombre?” Salmos 56-3-4
“Examíname oh Dios y conoce mi corazón pruébame y conoce mis pensamientos y ve si hay en mi camino de perversidad y guíame en el camino eterno” Salmos 139:23-24
“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora porque él dijo “no te desampararé ni te dejaré. De manera que podemos decir confiadamente el Señor es mi ayudador no temeré lo que me pueda hacer el hombre” Hebreos 13:5-6
“Cercano está Jehová a todos los que le invocan A todos los que lo invocan de veras cumplirá el deseo de los que temen oirá asimismo el clamor de ellos y los salvará” Salmos 145:18-19
“Ten misericordia de mí oh Dios ten misericordia de mí porque en ti ha confiado mi alma y en la sombra de tus alas me ampararé, Hasta que pasen los quebrantos” Salmos 57:1
Y recuerda que con la ayuda de Dios…
Tienes la fortaleza que necesitas.
Versículos de la Biblia que te recuerdan que Dios te dará fortaleza
“Dios es nuestro amparo y fortaleza nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” Salmos 46:1
“Pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas correrán y no cansarán caminarán y no se fatigarán” Isaías 40:31
“Diré yo a Jehová esperanza mía y castillo mío, Mi Dios en quien confiaré” Salmos 91:2
“Mi escondedero y mi escudo eres Tú en tu palabra he esperado” Salmos 119:114
“Y a vosotros que sois atribulados daros reposos con nosotros cuando se manifieste el señor Jesús desde los cielos con los Ángeles de su poder” 2 Timoteo 1:7
“La congoja en el corazón del hombre lo abate mas la buena palabra lo alegra” Proverbios 12:25
“El día que clamé me respondiste me fortaleciste con vigor en mi alma” Salmos 138:3
La Biblia posee un arsenal de sabiduría para ayudarte a ti o a alguien que conozcas a superar la prueba y calmar la ansiedad por la que puedan estar pasando. Lleva las escrituras en tu corazón, y luego lleva tus preocupaciones y necesidades al Señor en oración.
Una Oración de Liberación
De mi libro 30 días de oración, acá está “Una Oración de liberación” para comenzar tu viaje del temor hacia la fe.
Querido Dios, estoy en problemas. Estoy cansado y preocupado. Sin saber cómo orar, voy a los salmos y repito sus plegarias con mi propio corazón: “Oh Señor, ¡líbrame! Oh Sálvame por tu piedad. Líbrame en tu justicia. Líbrame de la mano del enemigo. Líbrame de todos mis problemas. Líbrame de mi estrés. Líbrame de todas mis transgresiones. Por favor, Señor líbrame. Oh Señor ayúdame, soy pobre y necesitado y aún así el Señor piensa en mí. Eres mi ayuda y mi liberador” Clamo esa promesa ahora. Padre, sabes lo que está ocurriendo en mi vida, en mi familia, en mi iglesia. Conoces las mallas de preocupación que envuelven mi mente. Dirígeme no a la tentación, sino a la liberación del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria para siempre, Amén.
Y luego, se paciente: “Aguarda a Jehová esfuérzate y aliéntese tu corazón, Sí espera a Jehová” Salmos 27:14
El Dr. David Jeremiah es uno de los maestros de la Biblia mejor conocidos de América. Por más de 36 años ha ayudado a millones a profundizar su entendimiento de la Biblia a través de 8,761 emisiones de radio diarias y un programa de televisión semanal que llega a millones de personas.