Aun rodeados por personas, podemos sentirnos dolorosamente solos si nuestras relaciones se encuentran desalineadas con el propósito de Dios para ellas en nuestras vidas. Cuando buscamos de otros para llenar cada necesidad y consolar nuestro dolor, estamos propensos a sentirnos decepcionados. Las temporadas de soledad nos dejan vulnerables – comenzamos a confiar en otras cosas o personas en vez de hacerlo en Dios.
Cómo Encontrar Alegría En Tu Temporada De Soledad
Aun rodeados por personas, podemos sentirnos dolorosamente solos si nuestras relaciones se encuentran desalineadas con el propósito de Dios para ellas en nuestras vidas. Cuando buscamos de otros para llenar cada necesidad y consolar nuestro dolor, estamos propensos a sentirnos decepcionados. Yo en mi momento de soledad, me sentí así. Pero lo maravilloso de nuestro Dios voluntarioso es que siempre está con nosotros – nunca estamos solos, nunca estamos apartados de su amor.
Las temporadas de soledad nos dejan vulnerables – comenzamos a confiar en otras cosas o personas en vez de hacerlo en Dios. En una temporada solitaria en mi vida, comencé a apoyarme mucho más en las personas a mí alrededor que en el Padre que los había colocado allí. De repente, sus opiniones eran lo que más importaba para mí. Comencé a seguir sus consejos ciegamente, asumiendo que mi mejor interés era siempre el centro de sus universos.
¿Qué dice la biblia acerca de la soledad?
La palabra de Dios tiene muchas palabras claras y de consuelo para nuestra soledad. Cuando nos encontramos en momentos desesperantes de soledad, bien sea lidiando por nuestra propia cuenta o injustamente en el mundo pecador donde vivimos, Dios promete escuchar nuestro llanto. A veces simplemente necesitamos estar lo suficientemente tranquilos y calmados para escuchar su respuesta. Aunque nuestra soledad pueda hacernos sentir aislados, es a través de ese momento de silencio que Dios puede elegir hablarnos claramente.
Ana, cuya historia leemos en 1 Samuel, sabía varias cosas acerca de la soledad. Al ser incapaz de tener hijos, el estar alrededor de amigos y familiares era un recordatorio constante de lo que le faltaba. Como muchos de nosotros, no estaba sola y sin embargo se sentía sola. Adicional a esto, Penina, la otra esposa de su esposo, la molestaba constantemente por su infertilidad. La soledad nos puede hacer sentir desesperados, justo como Ana se sentía. Pero en el medio de 1 Samuel 1:11, está la palabra, “recordar”
Nuestro Dios, el comandante del ejército de los cielos nos recuerda. Las Notas del Estudio Bíblico de NIV nos dice: “Recordar es más que simplemente recapitular que Ana existió. Es tomar acción en su nombre”
Dios seguramente escuchó la oración de Ana. 1 Samuel 1:19 dice: “El Señor la recordó” Ana concibió un hijo y lo llamó Samuel, porque pidió al Señor por Él (1 Samuel 1:20).
Por qué Dios nos permite sentirnos solitarios
En mi momento de soledad Dios me aisló aún más para resetear mi alcance de la realidad. Había algunos ídolos en mi corazón que necesitaban romperse. Mentiras que solo podían ser borradas y reemplazadas a través del tiempo que pasaba en la búsqueda de la verdad de Dios. No fue por un poder propio, sino a través de Cristo en mí. Su compasión al caminar por la tierra y sacrificar su vida por nosotros, nos da un acceso completo al Padre. El espíritu santo vive en aquellos que siguen sus pasos y es ahí donde permanece el poder salir de un momento de soledad.
Podemos ser auténticos con Dios cuando se nos remueve la alfombra de la vida. Bien sea que estemos solos debido a una pérdida, un error, confusión, adicción, divorcio, abandono, abuso o cualquier asunto que tenga que ver con maltrato o confusión, podemos tocar fondo y mostrarnos ante él. La vida puede ser abrumadora, confusa e injusta, pero los Salmos 91:11 nos aseguran que “Pues El dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos.” Vale la pena protegernos.
Cómo Dios nos Consuela en la soledad
Hay muchas temporadas en la vida que pueden hacernos sentir solitarios fuera de la esterilidad. Podemos sentirnos solos así estemos solteros o casados, seamos populares o no tengamos amigos, seamos exitosos o estemos estancados, estemos saludables o enfermos de gravedad. La soledad tiene mucho que ver con nuestra perspectiva, la cual se puede desalinear cuando nos sentimos solos o abandonados. Las escrituras nos proporcionan un amplio recordatorio de la presencia perenne de Dios. Leer la palabra de Dios en estas circunstancias puede cambiar nuestro pensamiento del desdén interno hacia el elogio externo.
“O Dios, abre sus ojos para que pueda ver”, oró el profeta Elías acerca de su criado temeroso en 2 Reyes 6:17. El ejército arameo se acercaba a ellos y su sirviente no podía encontrar una solución. “Luego el Señor abrió los ojos del criado y él miró y vio las Colinas repletas de caballos y carruajes de fuego alrededor de Eliseo”. Cuando la soledad amenaza con torrentes de miedo y corta las ramas de la esperanza, podemos descansar seguros de que Dios nos recuerda.
Luego de que Ana dio a luz a Samuel, ella oró. “No hay santo como el Señor; en verdad, no hay otro fuera de ti, ni hay roca como nuestro Dios.” 1 Samuel 2:2. Él es nuestra roca. La fuente inagotable de seguridad por Su gente. (Notas del estudio bíblico NIV). Nunca fallará en recordarnos.
Cómo encontrar alegría en tu soledad
Encontré mi alegría en el Señor, quien me recordó. Él no solo me escuchó, sino que actuó tantas veces en mi representación. Su roce personal me dejó atónito. En mi momento de soledad, me aisló para ser capaz de recordarlo. Mi roca, quien comanda el ejército de los ángeles, me dio la fortaleza que necesitaba para estar alegre de nuevo. Mi Salvador, quien promete no dejarme nunca, me sustenta cuando no puedo hacerlo yo mismo. Mi Dios, quien promete un propósito más grande del que pude imaginar para mi vida, continuamente restaura mi alegría.
Nuestro padre voluntarioso nos ayudara en cada momento de soledad. Si seguimos su llamado a través del poder del Espíritu santo que vive dentro de nosotros a través de Cristo, creo que saldremos de cada temporada de soledad más fuertes de lo que una vez fuimos.
Una oración por el consuelo de Dios cuando estemos solos.
Padre,
Te alabamos por el amor que continuamente nos das. Gracias por ser celoso de nosotros y estar siempre allí. Eres el que todo lo puede y todo lo sabe, usando cada bolsillo del tiempo que te damos para equiparnos para lo que vendrá. Vas antes de nosotros y detrás de nosotros, preparando el camino y protegiéndonos.
Padre, eres quien nos anima. Nos recuerdas y entras en acción en nuestra representación. Cuando estamos solos, nos prometes restaurar nuestra alegría. Como Ana, oramos porque nos recuerdes, sabiendo con fe que lo harás. Jesús es la prueba viva de tu amor. Como Eliseo, oramos por tener los ojos abiertos hacia tu plan. Queremos sentir y conocer tu cercanía, especialmente en esos momentos de soledad y desesperación. Se nos promete que vivamos a través de aquellos momentos en la tierra, pero podemos confiar que estarás ahí cada vez, haciéndonos más fuertes de lo que éramos antes.
Confesamos las veces en nuestras vidas que hemos olvidado buscarte cuando estamos solos. Cuando hemos colocado otros ídolos, bien sean personas o pasiones, por encima de ti. Perdónanos por huir de ti en vez de sentarnos a escuchar lo que tienes para enseñarnos, decirnos y mostrarnos. Fortalece nuestras relaciones para ser santos y estar centrados en Dios. Muéstranos cómo servir a las personas que pones en nuestras vidas, en vez de buscar obtener egoístamente beneficios de ellos.
Trae las escrituras que hemos estudiado hoy a la vida en nuestros corazones y como un recordatorio de tu amor por nosotros. Bendice nuestras vidas con corazones complacientes. Ayúdanos a encontrar alegría cuando los momentos de soledad amenacen con superarnos.
En el nombre de Jesús, Amén.