Alguien me dijo una vez que cada persona tiene su propia interpretación de Jesús. Mientras que unos adoran el “Amor de Jesús” quien predica el amor y la aceptación, otros adoran al “Jesús de la Guerra” quien llama a sus seguidores a pelear contra todo y todos los que no esten alineados perfectamente con lo que dice la escritura, aún hay otros que adoran a un “Genio Jesús” cuya única función es cumplir cada uno de los deseos que se le son pedidos. Personalmente, encuentro estos puntos de vista generales un poco cínicos, pero aun asi no puedo negar que hay un poco de verdad en estas declaraciones. Los cristianos todos comparten una creencia en Dios, pero a veces nuestros miedos e inseguridades pueden pintar un marco falso de quien realmente es Dios. Como una brújula que tiene sus agujas magnéticas rotas estos puntos de vista falsos nos pueden llevar lejos de Cristo y asi ponernos el peso sobre nuestros hombros de una fe poco saludable que poco a poco deteriora nuestro espíritu. Muchos autores cristianos como Jason L. Clark de la revista “Relevant” han señalado síntomas que demuestran una fe poco saludable como lo son: